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InSight Crime reveló que para los restauranteros de Quintana Roo las extorsiones diarias y el cobro del ‘derecho de piso’ son algo inevitable.
Y es que, carteles rivales presionan a la industria por considerarla una base de financiamiento para sus actividades delictivas.
Lo anterior lo comentó Marcy Bezaleel Pacheco, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, quien estimó que un 60% de los restaurantes afiliados enfrentan la extorsión en su día a día.
Hace unos días el empresario declaró a los medios locales que el crimen organizado extorsiona continuamente a la industria de restaurantes, e hizo énfasis en que “asustar a los empresarios y restauranteros es su modus operandi para obtener provecho”.
Bezaleel también relató que los extorsionistas usan redes de ‘halcones’ o vigías para vigilar a determinados restaurantes y enviar a extorsionistas, lo que contribuye a aumentar el clima de temor en la zona.
Un empresario local de ese estado declaró a El País que se ve obligado a pagar una tarifa mensual de cerca de mil 200 dólares a los extorsionadores.
Un estudio publicado en 2021 por México Evalúa, explicó cómo las víctimas incluyen desde propietarios de restaurantes exclusivos hasta los que se encuentran en las calles animando. El estudio citó varios casos en los que una persona era extorsionada por múltiples carteles.
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Este estudio recogió el testimonio de James Tobin, integrante del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), quien aseguró que “extorsionan de chile, de mole y de manteca”. Lo mismo cobran cuotas al Spiderman o al Batman que animan afuera de los antros que a los restauranteros y hoteleros. “Van de 200 pesos al día al He Man o al Hombre Araña; 25, 50 o 100 mil pesos a los negocios. Imagínate con 10 negocios de estos…un millón de pesos mensuales”.
Además, se sabe también que la delincuencia común se hace pasar por integrantes de organizaciones criminales más grandes, lo que también deja espacio para extorsionistas imitadores. En cualquier caso, el cobro de extorsión o ‘de piso’ se hace bajo la amenaza de violencia.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) refieren que durante el primer bimestre del año se han levantado 15 carpetas de investigación por extorsión, y durante 2021 fueron 109. Aunque cabe destacar que la mayoría de estos delitos no se denuncian porque los extorsionadores amenazan a las víctimas con hacerles algo, a su negocio o a sus familias.
En 2016, fecha en que llegó a la gubernatura Carlos Joaquín, se reportaron 41 extorsiones; es decir, que durante los últimos años este crimen ha aumentado.
