BRUSELAS, 7 (EUROPA PRESS)
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha avanzado que los ministros de Exteriores del bloque empezarán el debate sobre nuevas sanciones al gas y petróleo ruso en el Consejo de Asuntos Exteriores del próximo lunes.
Mientras se cierra a nivel de embajadores ante la UE la quinta tanda de sanciones europeas por la invasión rusa, que incluye el veto al carbón ruso pero deja al margen el gas y el petróleo, Borrell ha asegurado que esta medida tendrá que adoptarse «antes o después».
«Antes o después, espero que antes, esto pasará», ha afirmado el jefe de la diplomacia europea antes de participar en la ministerial de la OTAN. Estas declaraciones siguen la línea marcada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien dijo en el Parlamento Europeo que las sanciones al petróleo y al gas «serán necesarias tarde o temprano».
Se trataría de la sanción que más impacto tendría en la economía rusa, sin embargo cualquier medida que vaya más allá tendrá que sortear las reticencias de varios socios europeos, después de que Alemania y Austria hayan rechazado cortar de forma inmediata el gas ruso y Hungría haya amenazado con vetar cualquier embargo energético.
QUINTO PAQUETE DE SANCIONES
Entretanto, los Veintisiete calibran el nuevo paquete de sanciones que además del veto a las importaciones de carbón ruso, establece el cierre de los puertos a navíos rusos y nuevas restricciones al sector bancario ruso.
Reunidos a nivel de embajadores, los países del bloque ultiman los detalles técnicos del paquete para su aprobación que llegará probablemente el viernes por la mañana.
Fuentes diplomáticas explican a Europa Press que el embargo al carbón suscita consenso entre los Estados miembros. Sin embargo ante el debate del lunes, queda por ver si Alemania y Austria modulan su posición, con Hungría en el centro del debate como principal opositor, después de que haya explicitado que rechazará extender el veto al gas y petróleo alegando sus intereses nacionales.
Bruselas defiende que el embargo al carbón supondrá un impacto de 4.000 millones de euros al año para las arcas rusas, si bien el golpe es relativamente pequeño en comparación con los ingresos por gas y petróleo que representan unos 800 millones al día para Moscú.