MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente en funciones del Parlamento de Pakistán, Qasim Suri, ha presentado este sábado su dimisión y ahorrarse así su destitución en la moción de censura en su contra prevista para esta mañana, en uno de los últimos coletazos de la crisis política que desembocó en el cese, hace una semana, del líder de su partido y ahora ex primer ministro de Pakistán Imran Jan.
En su anuncio, realizado en su cuenta de Twitter, Suri ha declarado que su dimisión supone «un símbolo de la visión» de su partido, el Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI), así como «su legado glorioso y su compromiso con la democracia».
«Nunca comprometeremos la soberanía e integridad de Pakistán. Lucharemos por los intereses y la independencia del país. Haremos todo lo posible para proteger a este país», ha escrito Suri.
El presidente en funciones de la Asamblea Nacional paquistaní había sido acusado de obstruir en varias ocasiones la moción para destuitir a Jan y de actuar como brazo político del ex primer ministro en la cámara.
De hecho, Suri se abstuvo de presidir el lunes la votación que declaró al líder opositor y presidente de la Liga Musulmana de Pakistán – Nawaz (PML-N, por sus siglas en inglés), Shehbaz Sharif, como nuevo primer ministro del país.
Ayaz Sadiq, del PML-N, tuvo que presidir la sesión después de que Suri, aludiera a la objeción de conciencia. Asimismo, los diputados del PTI abandonaron el Parlamento durante la votación para elegir al nuevo jefe de Gobierno.
Las últimas semanas en Pakistán se han caracterizado por una tensión política como no se ha visto en años, marcadas por los escándalos de transfuguismo y multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del primer ministro, denunciado por la alianza opositora del Movimiento Democrático de Pakistán (MDP) como un «títere» del Ejército. Las Fuerzas Armadas están consideradas el estamento más poderoso de Pakistán desde su independencia del Raj británico en 1947.
Jan llegó a usar el argumento de una supuesta conspiración extranjera en su contra, liderada por Estados Unidos — que ha negado la acusación –, para declarar inconstitucional el primer intento de votación de la moción hace quince días, antes de que el Supremo del país decidiera invalidar esta revocación y ordenar una nueva votación el pasado sábado, que finalmente se saldó con la destitución del primer ministro.
El entonces presidente del Parlamento y también aliado del ex mandatario Asad Qasier dimitió para, precisamente, «no participar en la conspiración extranjera para echar al primer ministro».