JERUSALÉN (AP) — Los palestinos arrojaron piedras y la policía israelí disparó balas recubiertas de goma el viernes en la mañana en un importante lugar sagrado de Jerusalén que en las últimas semanas ha sido testigo de varios episodios de violencia.
Al amanecer, los palestinos que estaban en el interior del complejo de la mezquita de Al-Aqsa empezaron a lanzar piedras y petardos en dirección a una puerta fuertemente vigilada que lleva al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado donde pueden rezar los judíos, explicó la policía. Los agentes avanzaron hacia el recinto disparando balas de goma.
La violencia terminó una hora más tarde tras la intervención de otros palestinos presentes en el lugar, que convencieron a ambos bandos para retirarse.
La Media Luna Roja palestina dijo que más de 40 personas resultaron heridas, de las cuales 22 tuvieron que sen atendidas en hospitales de la zona. Las fuerzas israelíes impidieron el acceso de los equipos de emergencias al recinto durante los choques, agregó el grupo apuntando que uno de sus doctores fue golpeado por agentes.
La policía no respondió de inmediato a una petición de comentarios, pero en un comunicado reportó la detención de tres personas.
La mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, es el tercer lugar más sagrado del islam. La amplia explanada en la que está construida es el sitio más sagrado para los judíos, que lo conocen como Monte del Templo porque albergó dos templos judíos en la antigüedad. La zona está además en el centro del conflicto entre israelíes y palestinos.
En las últimas semanas, la policía israelí y los palestinos se han enfrentado allí en varias ocasiones. Israel acusa al grupo insurgente Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, de incitar a la violencia y dice que sus fuerzas tienen que intervenir para frenar el lanzamiento de piedras.
Los palestinos dicen que la presencia policial en el recinto, así como las habituales visitas de un número cada vez mayor de judíos nacionalistas y religiosos violan los acuerdos informales que rigen el lugar desde hace décadas. Las visitas se suspendieron la semana pasada coincidiendo con los 10 últimos días del ramadán, el mes sagrado del islam, que termina este fin de semana.
Se espera que decenas de miles de musulmanes participen el viernes en la oración de mediodía, la más importante de la semana. Hace unos días, unos 250.000 fieles celebraron el Laylat al-Qadr, una noche de intensa oración que marca la culminación del ramadán, en el recinto sin que se produjesen reportes de violencia.