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Á Guterres pide a las juntas de Malí, Guinea y Burkina Faso un retorno “cuanto antes” al orden constitucional

El secretario general de la ONU recalca que “la situación en materia de paz y seguridad en el Sahel es preocupante”

El secretario general de la ONU recalca que «la situación en materia de paz y seguridad en el Sahel es preocupante»

MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha reclamado a las juntas militares de Malí, Guinea y Burkina Faso un retorno «cuanto antes» al orden constitucional, tras los golpes de Estado que se han sucedido en estos países desde agosto de 2020.

Guterres, que se ha reunido con el presidente de Senegal, Macky Sall, en el marco de una visita al país, ha destacado en declaraciones a la prensa que durante el encuentro se ha destacado «la importancia de continuar el diálogo con las autoridades ‘de facto’ de estos tres países para garantizar la vuelta cuanto antes al orden constitucional».

Asimismo, ha destacado que «la situación en materia de paz y seguridad en el Sahel es preocupante» y ha incidido en la necesidad de «operaciones robustas de paz y lucha contra el terrorismo por parte de países africanos, puestas en marcha por la Unión Africana (UA) y apoyadas por Naciones Unidas».

«La comunidad internacional debe aportar todo su apoyo a los países de la región para no solamente estar a la altura de los desafíos de seguridad, sino también para atacar las causas profundas y ofrecer nuevas oportunidades a la región», ha explicado.

En este sentido, Guterres ha argumentado que «la adopción de la Estrategia Integrada de la ONU para el Sahel y su puesta en marcha por parte de la oficina del coordinador especial para el Desarrollo del Sahel, con sede en Dakar, son esenciales para garantizar esta postura integrada».

Los países del Sahel han sufrido un deterioro de la situación de seguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de las ramas de Al Qaeda y Estado Islámico en la región, lo que ha ahondado las crisis humanitarias y provocado el desplazamiento de cientos de miles de personas.

Esta inestabilidad ha tenido un gran impacto a nivel político y fue uno de los desencadenantes del golpe de Estado militar en agosto de 2020 en Malí –seguido por una segunda asonada en mayo de 2021–, y el alzamiento de enero en Burkina Faso. Guinea fue escenario de otro golpe en septiembre de 2021.

Desde entonces, las juntas militares instauradas han anunciado varios aplazamientos de las elecciones previstas para la vuelta al orden constitucional, algo especialmente acentuado en el caso de Malí, lo que ha derivado en duras sanciones por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Por otra parte, Guterres ha desvelado que entre los principales temas abordados con el presidente de Senegal durante su visita a Dakar figuran el impacto del cambio climático sobre la región y las consecuencias económicas y sociales derivadas de la pandemia de coronavirus.

«Los países africanos, que no son responsables del problema (del cambio climático), se han convertido en las primeras víctimas», ha dicho, antes de agregar que «los países desarrollados se han comprometido a dar ayuda financiera y tecnológica a los países en desarrollo para permitir una transición hacia las energías renovables y los empleos verdes».

«Es momento de pasar a los actos. Es momento de cumplir la promesa de 100.000 millones de dólares (cerca de 95.000 millones de euros) realizada en Paris», ha defendido Guterres, que ha agregado que «ese esencial que la mitad de la financiación climática se dedique a programas de adaptación y resiliencia para ayudar a las comunidades vulnerables».

Respecto a la pandemia, ha reclamado «una verdadera igualdad mundial en materia de vacunas» y ha reiterado que «la situación actual representa un grave fallo moral». «Es inaceptable que, a día de hoy, más del 80 por ciento de la población africana no esté vacunada», ha lamentado.

«Los países ricos y las empresas farmacéuticas deben acelerar la donación de dosis e invertir en la producción local de vacunas», ha argüido. «Al margen de la vacunación, vemos grandes desequilibrios en materia de inversión para la recuperación tras las COVID-19», ha sostenido.

Por ello, ha afirmado que «sólo una postura solidaria, resiliente y duradera, fundamentada en el programa 2030 y en la Agenda 2063, permitirá poner fin a la pandemia y recoger los frutos de iniciativas prometedoras como la zona de libre cambio continental africana». «Hace falta reconocer a África como una tierra de oportunidades», ha zanjado.

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