MANILA, Filipinas (AP) — El hijo homónimo del difunto dictador filipino Ferdinand Marcos parece haber sido elegido presidente de Filipinas por una amplia mayoría, en un asombroso revés a la revuelta prodemocrática de 1986 ”Poder Popular” que lanzó a su padre a la infamia mundial.
Marcos Jr. obtuvo más de 30,5 millones de votos en los primeros resultados no oficiales, con más del 96% de los votos contabilizados durante la noche después de las elecciones del lunes. Su contrincante más cercana, la vicepresidenta Leni Robredo, defensora de los derechos humanos y de las reformas, tenía 14,5 millones, y el boxeador Manny Pacquiao parecía tener el tercer puesto con 3,5 millones.
Su compañera de fórmula, Sara Duterte, hija del líder saliente y alcaldesa de la ciudad sureña de Davao, llevaba una ventaja enorme en la lucha por la vicepresidencia, que es independiente de la contienda presidencial.
La alianza de los descendientes de dos líderes autoritarios combinó el poder de voto de los bastiones políticos de sus familias en el norte y el sur, pero agravó las preocupaciones de los activistas de derechos humanos.
Marcos Jr. y Sara Duterte evitaron los temas polémicos durante su campaña y se aferraron firmemente a un grito de guerra de unidad nacional, a pesar de que las presidencias de sus padres abrieron algunas de las divisiones más turbulentas en la historia del país.
Marcos Jr. no se ha proclamado vencedor, pero ha dado las gracias a sus partidarios en un video nocturno en el que les ha instado a permanecer atentos hasta que finalice el recuento de votos.
“Si tenemos suerte, espero que no disminuya su ayuda, que no decaiga su confianza porque tenemos muchas cosas que hacer en los próximos años”, dijo en su mensaje.
Robredo no ha admitido la derrota, pero ha reconocido la enorme ventaja de Marcos Jr. en el conteo no oficial.
