Asegura que Lukashenko también es responsable de la guerra y afirma que «no habrá una Bielorrusia libre sin una Ucrania libre»
Achaca que Minsk no se haya involucrado directamente en el conflicto a la negativa de soldados bielorrusos a luchar contra los ucranianos
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La influyente opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya ha alertado este miércoles de que «los destinos de Ucrania y Bielorrusia están profundamente conectados», especialmente debido a la amenaza que supone Rusia, y ha resaltado que «sin una Ucrania libre no habrá una Bielorrusia libre».
En una entrevista concedida a Europa Press, la líder de la oposición en el exilio ha hecho hincapié en que la estrategia de los activistas y miembros de la oposición es «agotar al régimen» del presidente, Alexander Lukashenko, para que este entienda que «los bielorrusos no están de acuerdo con que esté en el poder».
«Un día, gracias a las sanciones y al aislamiento político, se dará cuenta de que no hay otra. Nuestra tarea es liberar a los presos políticos, acabar con la represión, y entendemos que todos los cambios pueden venir del diálogo, del diálogo entre el régimen y la gente», ha aseverado durante una visita a Madrid, antes de insistir en que el objetivo es «librarse del régimen» de Minsk.
Para Tijanovskaya, la pregunta sobre la participación directa de Bielorrusia en la guerra de Ucrania no tiene sentido: «Lukashenko ya ha entrado en la guerra, tiene que asumir su responsabilidad y ser llevado ante la Justicia, es cómplice de (Vladimir) Putin». «Ha ofrecido nuestro territorio (…) para lanzar misiles hacia Ucrania, ha dejado que las tropas rusas utilicen nuestra infraestructura para invadir el lado ucraniano», ha manifestado en relación con el envío de tropas rusas y equipamiento militar al frente a través del territorio bielorruso.
«El hecho de que nuestro Ejército no se haya unido al ruso no es un mérito de Lukashenko, él va a ser siempre leal a Putin, pero gracias a los soldados que no quieren luchar contra los ucranianos ni entienden la guerra no han dado la posibilidad a Lukashenko para que les haga participar en la guerra», ha explicado.
No obstante, ha advertido que «estamos lidiando con dictadores impredecibles y si Putin insiste o presiona a Lukashenko podría acabar cediendo y dando la orden». «Yo creo en nuestros militares. Incluso aunque crucen la frontera creo que cambiarían de bando y ayudarían a los ucranianos», ha defendido antes de matizar que el 86 por ciento de la población bielorrusa está en contra de la guerra.
LOS PLANES DE PUTIN
Tijanovskaya, que abandonó el país tras presentarse a las elecciones de 2020 después de que su marido, Sergei Tijanovski, fuera encarcelado tras oficializar su propia candidatura a los comicios, ha aseverado que la idea de Putin es «restaurar el imperio ruso» dado que «no reconoce a Bielorrusia y Ucrania como países independientes».
«Quiere dominar Ucrania y Bielorrusia, (…) pero ha pasado mucho tiempo y nos hemos dado cuenta de que nuestros países son independientes y no queremos que sea un apéndice de la Federación Rusa. Él quiere ser visto por la historia como un vencedor, pero ya es evidente que Rusia ha fracasado en esta guerra, al menos moralmente», ha dicho.
En este sentido, ha aventurado que «con la ayuda de los países occidentales los ucranianos podrán defender su país», lo que supondrá una «oportunidad» para que los bielorrusos se levanten de nuevo. «Cuando Putin pierda la guerra nos levantaremos de nuevo. Estos años hemos conseguido crear una sociedad civil fuerte, la gente en Bielorrusia está preparada para salir a la calle cuando sea necesario a pesar de la represión pero tenemos que esperar a que llegue el momento adecuado», ha añadido.
La activista, que se vio obligada a huir a Lituania hace ya dos años para evitar ser también encarcelada en el marco de la fuerte ola de protestas que atravesó el país, ha recordado que en 2020 «Lukashenko perdió las elecciones». «Desde entonces la mayoría de las cosas no han cambiado, las grandes protesta fueron reprimidas con violencia, con ayuda de Putin, pero durante este tiempo los bielorrusos no se han rendido», ha afirmado.
«Hemos creado muchas organizaciones, hay muchas iniciativas dentro y fuera del país para crear múltiples puntos de presión sobre el régimen y, por supuesto, contamos con un grupo de aliados en Occidente. Así que cuando empezó la guerra nuestra lucha se reinició para ayudar a Ucrania porque Lukashenko es un cómplice de Putin», ha declarado.
ACCIONES CONTRA LUKASHENKO
No obstante, ha reconocido que «llevar a cabo grandes protestas ahora mismo es imposible porque esto llevaría a nuevas víctimas, nuevos presos políticos», si bien ha sostenido que «los activistas están bloqueando el sistema ferroviario para impedir que el equipamiento militar ruso llegue a Ucrania».
«Los bielorrusos hacen vídeos y fotos de aviones, tropas rusas y las envían al Ejército ucraniano para que esté preparado para posibles ataques. Además, muchos bielorrusos han ido a Ucrania a luchar de su lado y en el plano político, por supuesto, estamos luchando en interés de Ucrania y entendemos que el foco esté ahora puesto allí», ha sostenido.
Asimismo, ha instado a recordar que en Bielorrusia «sigue habiendo represión, violencia y presos políticos en nuestro país» aunque ha descartado que «hayan sido olvidados». «En los países libres entienden la importancia de Bielorrusia par ala región y saben que mientras Lukashenko esté en el poder existe un peligro para Ucrania y para los países vecinos, así que esto es parte del problema bielorruso, que debe ser resuelto de forma global», ha expresado.
Por ello, ha hecho hincapié en la necesidad de «consistencia» por parte de la comunidad internacional a la hora de tomar medidas y mantener las sanciones impuestas contra Minsk. «Es importante que sigan sancionando, que no envíen embajadores, que no se comuniquen con ellos hasta que las demandas del pueblo sean atendidas», ha reafirmado.
Además, ha acusado a Lukashenko de «tratar de dividir a la sociedad civil bielorrusa» y ha destacado que «no entienden que no luchan contra un partido o una persona sino contra la gente, y la gente tiene el objetivo común de acabar con el régimen».
Sobre el caso de ciudadana rusa Sofia Sapega, novia del opositor bielorruso Roman Protasevich y condenada a principios de mayo a seis años de prisión, ha calificado la decisión de la Justicia como un «shock». «Pensábamos que la liberarían tras el juicio o que sería puesta bajo arresto domiciliario, pero no esperábamos que seis años de prisión», ha lamentado.
«La sentencia es un shock porque en algunos casos se producen torturas durante las detenciones y la gente cede y colabora con el régimen. Esto es entendible, es difícil imaginar cómo son humillados». «Ahora es él (Protasevich) quien es libre de cooperar, tampoco podemos culparlo porque la situación es muy complicada», ha aclarado.
Sapega viajaba junto a Protasevich en mayo de 2021, cuando su avión sufrió un aterrizaje forzoso en Minsk por orden de las autoridades bielorrusas. Ahora, la bloguera y ha sido condenada por «difundir ilegalmente información sobre la vida privada de otra persona sin su consentimiento y haber socavado la libertad y los intereses legítimos de las víctimas en cuestión».