MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El juez del Supremo Micheal Elubu ha indicado que "la magistrada afirmó correctamente que las condiciones de la fianza deben ser una salvaguarda para que, una vez liberado, el acusado vuelva para el juicio", si bien ha resaltado que "teniendo en cuenta todas las circunstancias (...) llevó a cabo la decisión con una irregularidad material".
Así, ha criticado que esta fianza fuera fijada en 30 millones de chelines (unos 7.455 euros) y ha dicho que esta cantidad es "manifiestamente dura y excesiva", al tiempo que ha fijado esta cifra en los tres millones de chelines (cerca de 745 euros), según ha recogido el diario ugandés 'Daily Monitor'.
Tras ello, el abogado de Besigye, Erias Lukwago, ha manifestado que aún tiene "reservas" sobre esta cantidad. "Si Besigye fuera condenado por incitación a la violencia recibiría una pena de tres años de cárcel o una multa de 1,4 millones de chelines (alrededor de 348 euros). ¿Por qué la fianza debe ser más alta que la multa tras la condena?", se ha preguntado.
El arresto de Besigye tuvo lugar después de que el presidente ugandés, Yoweri Museveni descartara cualquier tipo de medida para controlar el aumento de los precios. "No es cierto que haya impuestos para todo. Bienes muy cruciales no tienen impuestos. Retirar los impuestos o subsidiar importaciones es un suicidio", explicó.
Las autoridades retiraron en octubre de 2021 los cargos por traición contra Besigye por su decisión de autoproclamarse presidente tras las elecciones celebradas en 2016. El opositor, que quedó en segundo lugar en los comicios, denunció que los resultados fueron amañados a través de sobornos a los votantes, la interferencia de las fuerzas de seguridad y la poca transparencia e imparcialidad del organismo electoral.
Besigye, quien ya fue imputado por traición en 2005 --cargos que igualmente fueron retirados--, optó por no concurrir a las urnas en enero 2021, donde el líder opositor, Robert Kyagulanyi, aseguró igualmente haberse hecho con la victoria y denunció un fraude para favorecer a Museveni, quien rechaza las críticas y se mantiene el cargo.