Cambiar de grado o de escuela, nos lleva a experimentar cambios profundos e importantes tanto a nivel académico como social, psicológico y emocional.
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A todo esto, se suman las responsabilidades que conlleva un nuevo grado de estudios, la carga académica que como estudiante puedes llegar a vivir en cada curso, y las exigencias propias del rendimiento académico y la obtención de buenas calificaciones.
Estos temas han sido ampliamente abordados en investigaciones que estudian las causas del estrés en estudiantes. Según estudios de la UNAM, alrededor del 60% de los alumnos universitarios sufren de estrés relacionado con sus estudios.
Esto quiere decir, que no estás solo en el nerviosismo o el estrés que experimentas en relación con tu vida académica, pues muchos estudiantes pasan por lo mismo, sobre todo cuando van a presentar un examen de admisión universitario.
Elegir una carrera universitaria es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona, dado que de esta decisión mucho dependerá su desarrollo profesional. Prepararte para el examen de admisión a la universidad, o cualquier nivel académico, puede ser abrumador, preocupante y estresante.
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Para sobrepasar esas sensaciones y sentirte seguro para presentar un examen de admisión universitario, Ludivina Herrera, Rectora de la Universidad Tres Culturas (UTC), institución educativa que ofrece formación universitaria desde hace 23 años, hace dos recomendaciones importantes:
- Investigar qué tipo de examen de admisión tiene la universidad elegida.
- Revisar el contenido del examen; por ejemplo, si se trata del College Board, una versión institucionalizada, podrás saber que tiene diferentes secciones: una enfocada en lecciones numéricas-matemáticas, y otra en el área verbal, relacionada con redacción y comprensión de lectura.
Exámenes de práctica para mayor seguridad
La rectora de UTC recomienda “buscar en internet las versiones de práctica para los exámenes de admisión, pues es muy útil realizar práctica de estas secciones para tomar mayor seguridad”, explica. Como dice el antiguo dicho: la práctica hace al maestro.
Pero no todo es académico e intelectual; a nivel psicológico y emocional es importante atender cualquier síntoma de estrés previo al examen. El estrés académico está definido por los especialistas como aquel que es generado por las demandas propias del ámbito académico y de aprendizaje.
Aunque el estrés es una respuesta natural ante cualquier estímulo externo, e incluso lo necesitamos cada día para movernos, crecer y madurar, empieza a ser un problema cuando es crónico e imposibilita las actividades cotidianas (incluso al grado de paralizarlas).
Es muy importante manejar lo emocional previo al examen de admisión, a través de acciones sencillas pero profundas que impacten la mente y, eventualmente, cualquier reacción bioquímica que dispare el estrés.
La rectora Herrera recomienda pensar positivamente y enfocarse en los buenos resultados, alimentarse sanamente (evitar consumir alimentos procesados, azúcares y grasas antes del examen) y realizar ejercicios de relajación, que ayudarán a oxigenar correctamente el cerebro.
También sugiere buscar distracciones días antes del examen, para relajar la mente durante los periodos de estudio y mejorar el rendimiento. Mantener actividad física a través de una rutina adecuada aporta condiciones óptimas para el cuerpo-cerebro.
Otro aspecto que destaca es organizar las actividades previo al examen (como todos los trámites, documentación, tener clara la ubicación y horario para presentar el examen, etc.) y administrar tiempo-energía en todas las actividades antes mencionadas, pues logrará reducir el estrés previo al examen y dará mejor rendimiento.
Finalmente, una pregunta recurrente que hacen los estudiantes es si es recomendable continuar estudiando un día antes del examen. La rectora de la UTC asegura que “se recomienda realizar repasos previos para mantener frescos los conocimientos y reforzar los conceptos.
Sin embargo, no es recomendable asignar varias horas un día antes para revisar todos los temas que podrían ser preguntados en el examen, pues eso implicaría mayor desgaste intelectual y físico y, en consecuencia, mayor estrés”.
Si estás por presentar un examen de admisión, toma en cuenta estas sugerencias, revisa cuáles son los elementos que te provocan estrés, pide ayuda para combatirlos con acciones bien orientadas y, principalmente, disfruta tu trayecto de formación educativa y todas las experiencias que conlleva.