Recuperación no arranca, apenas 4 sectores –de 20– ya salieron del bache

Al primer trimestre de 2022, México no ha restituido los niveles de producción que tenía antes de la pandemia y todavía está lejos de recuperar la senda de crecimiento observada entre 2012 y 2020.

El proceso de recuperación económica está ocurriendo a velocidades distintas: un tercio de la economía se ha recuperado, otro tercio se encuentra en proceso de recuperación, y el último aún presenta problemas y rezagos.

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El grupo de sectores recuperados representa 30% del PIB nacional, mientras que el grupo de sectores en recuperación aporta 35.5%, y los sectores rezagados representan 30.3%.

La economía de México actualmente se encuentra afectada por una desaceleración seguida por la crisis inducida por la pandemia, lo cual implicó un impacto diferenciado en los sectores presentes en la economía y, por tanto, el proceso de recuperación se vuelve prioritario.

Los datos muestran que la economía mexicana no se está recuperando de manera uniforme, confirma el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) luego de realizar un análisis de la recuperación económica de los sectores después de la pandemia.

Según estos datos, apenas un tercio de la economía se encuentra recuperada, un tercio en vías de recuperación y otro tercio que está rezagado.

Sectores recuperados

Los datos al primer trimestre de 2022 demuestran que las manufacturas; el comercio al por mayor; los servicios a la salud y asistencia social; y los servicios profesionales, científicos y técnicos ya recobraron el nivel de producción registrado en el mismo lapso de 2020.

Adicionalmente, ya se encuentran en la misma tendencia de crecimiento observada durante los ocho años previos al inicio de la pandemia (1T2012 y 1T2020).

Gran parte de la recuperación económica del país se atribuye a la industria manufacturera, el sector más importante en términos de su aportación a la economía, ya que representó 16.6% del PIB nacional en el 1T2022.

El comercio al por mayor, que es el quinto sector más grande de la economía y representa alrededor del 9% del PIB nacional, también cobra relevancia por su aportación.

Seis sectores en recuperación

En el periodo de referencia, en seis sectores se ha restituido el nivel de producción, estos son: servicios inmobiliarios; comercio al por menor; transportes, correos y almacenamiento; información en medios masivos; el sector agropecuario; y los servicios corporativos.

Pese a este repunte, no se ha conseguido recuperar la tendencia de crecimiento previa a la pandemia y su peso radica en que estas actividades representan 35.5% del PIB nacional.

En este caso, una de las aportaciones más importantes vienen del sector de servicios inmobiliarios, que representó 11.9% del PIB nacional durante el primer trimestre de 2022, y mantiene su crecimiento, pero su nivel de producción todavía es 1.7% inferior al que se habría observado de continuar con su tendencia de crecimiento previa.

Diez sectores rezagados

Por último, está el grupo de sectores rezagados, el cual representa 30.3% del PIB nacional y está conformado por diez sectores en los que no se ha restituido el nivel de producción ni recuperado la tendencia de crecimiento previa.

Estos son: construcción; minería; servicios financieros y de seguros; actividades gubernamentales; servicios educativos; alojamiento, restaurantes y bares; energía eléctrica, agua y gas por ductos; apoyo a negocios y manejo de residuos; cultura, deporte y recreación, entre otros.

De estos sectores cabe mencionar que la construcción –que emplea a 4.5 millones de personas– acumuló caídas anuales desde finales de 2018 y hasta principios de 2021, mientras que la minería ha ido en declive desde 2012.

Ante este panorama, el IMCO urge a que se implementen medidas de política pública enfocadas en construir un entorno de negocios propicio para generar y atraer mayor inversión, además de dotar al país de la infraestructura necesaria para el desarrollo de las actividades productivas.

Las propuestas del IMCO para dinamizar la economía

• Aumentar y redireccionar la inversión pública.

Es necesario transitar de un modelo de inversión centrado en los hidrocarburos hacia uno que aumente la eficiencia de la conectividad de los parques industriales, puertos y ciudades. Esto facilitaría el desarrollo de sectores económicos clave.

Para ello, es necesario que la Unidad de Inversiones de la SHCP priorice proyectos de inversión basados en criterios de rentabilidad e identifique los potenciales beneficios de una distribución más eficiente y equitativa de la inversión.

• Mejorar la infraestructura urbana.

Implica acciones desde el ámbito local, enfocadas en agilizar permisos y trámites para edificar. Desde el ámbito federal, sería útil restituir el Fondo Metropolitano, que ha sido clave para el desarrollo de proyectos de movilidad sustentable.

Adicionalmente, aumentar los recursos públicos al Programa de Mejoramiento Urbano, un programa federal en coordinación con municipios para la dignificación de espacios públicos, sería de utilidad.

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• Generar un entorno de negocios propicio para la inversión.

Una condición fundamental para fomentar la recuperación intersectorial implica procurar el estado de derecho para garantizar el cumplimiento de contratos y el respeto a la propiedad, a fin de dar certeza jurídica y certidumbre a los inversionistas.

Se necesita que tanto estados como municipios se encarguen de romper la tendencia de centralización y militarización de la seguridad pública, mediante una mayor generación de ingresos propios, a fin de tener la posibilidad de destinar más recursos a la seguridad pública y a las capacidades de investigación de las fiscalías estatales.

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