MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Al grito de "no hay nada que celebrar este 22 de junio", en el Día del Maestro en El Salvador, los docentes han exigido una vez más al Ministerio de Educación (MINED) y a diputados de la Asamblea Legislativa un salario que les permita vivir y han resaltado: "queremos pensiones dignas, no de hambre", para exigir una pensión que pueda sostener a sus familias.
El secretario general del Sindicato de Maestros y Maestras de la Educación Pública en El Salvador (SIMEDUCO), Francisco Zelada, ha señalado que parte de las demandas de los profesores es el cambio del sistema vigente.
"Después de septiembre de 2017, la tasa de retorno para los educadores en concepto de pensiones oscilan los 189 euros (200 dólares), una pensión que no permite que los educadores se jubilen y los que ya se han retirado enfrentan graves crisis económicas por el costo de la vida", ha explicado Zelada.
El sindicalista también ha pedido a las autoridades de Educación que convoquen una reunión para dialogar sobre los salarios que deben revisar este 2022 y que está establecida en el artículo 33 de la Ley de la Carrera Docente.
"La demanda central es una pensión digna y justa porque las pensiones que les están llegando a los maestros y maestras son de 250 euros (265 dólares) y muchos de ellos tienen enfermedades que necesitan atención médica y resulta que el Instituto Salvadoreño de Malestar Magisterial no atiende", ha sentenciado el secretario general de las Bases Magisteriales Salvadoreñas, Jorge Villegas.