MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente del Partido Conservador británico, Oliver Dowden, ha presentado este viernes su dimisión tras las notorias derrotas sufridas por la formación en las elecciones parciales de este jueves que el primer ministro británico y líder conservador, Boris Johnson, ha entendido como un severo toque de atención si bien ha manifestado igualmente su voluntad de seguir en el cargo tras el último eslabón de una larga cadena de varapalos.
Los conservadores han iniciado un viernes de "reflexión", como ha apuntado la ministra de Interior, Priti Patel, tras la derrota frente a los laboristas en las elecciones de la circunscripción de Wakefield y, sobre todo, la pérdida del escaño de Devon: una hecatombe en la que dejaron escapar una mayoría de 24.000 votos para acabar cediendo el asiento a los liberaldemócratas.
"No podemos seguir haciendo como si no pasara nada", ha reconocido Dowden en su carta de renuncia, difundida a través de su cuenta de Twitter, en la que resumió las elecciones del jueves como "el último de una larga racha de resultados malísimos" en referencia también a la sonada derrota del partido en las elecciones locales del 5 de mayo, cuando los conservadores perdieron casi 400 escaños en los consejos de distrito.
"Nuestros simpatizantes están molestos y decepcionados por los últimos acontecimientos, sentimientos que comparto", ha añadido en la misiva.
Johnson, de visita oficial en Ruanda, ha reconocido como "absolutamente cierto" que el partido ha sufrido unos "duros resultados en las elecciones", que ha achacado al "difícil momento que están atravesando los votantes" por la subida de los precios.
"Tenemos que reconocer que hay que hacer más, tengo que escuchar lo que dice la gente y en particular sus dificultades a las que se enfrentan, en particular el coste de la vida, que para mí es el problema número uno", ha añadido, en declaraciones recogidas por Sky News.
Johnson insiste así en su voluntad de seguir al frente del país a pesar de meses de erosión sobre su figura que alcanzaron un momento culminante el lunes de la semana pasada, cuando sorteó una moción de censura interna de su partido, por el escándalo sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia del coronavirus, a sabiendas del terreno que está perdiendo su partido en los sondeos.
El último, realizado por Savanta ComRes y publicado el jueves por la noche, amplía a once puntos la ventaja de la oposición laborista en unas futuras elecciones generales en las que arrebataría 150 escaños a los conservadores, entre ellos los del propio primer ministro o de figuras tan importantes del Gabinete como del responsable para el Brexit y asesor destacado de Johnson, Jacob Rees-Mogg.
El líder laborista, Keir Starmer, ha comparecido también este viernes ante los micrófonos para aplaudir el resultado electoral y saborear los buenos pronósticos de cara a nuevos comicios. "El Partido Conservador ha implosionado por completo. No tienen ideas y han perdido el contacto con la realidad de este país, y lo saben. Estamos en el buen camino para un Gobierno laborista, que va a acabar ocurriendo pase lo que pase", ha declarado Starmer.