La comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio confirmó que el expresidente Donald Trump podría ser imputado por incitar a la insurrección durante aquella jornada.
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La vicepresidenta de la comisión, Liz Cheney, señaló que no descarta la posibilidad de recomendar su imputación a la Fiscalía. “Tomaremos una decisión al respecto”, aseguró antes de matizar que “es posible” que se impongan cargos penales contra el mandatario, según la cadena de televisión ABC.
No obstante, matizó que ni siquiera es necesario que el Departamento de Justicia espere a las conclusiones de la comisión para proponer esta imputación. Sus palabras llegan después de que la exasesora de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson, confirmara que Trump se enfadó cuando el Servicio Secreto le comunicó que no podía “acompañar a los manifestantes” durante el asalto.
Por su parte, el congresista republicano Adam Kinzinger, que también forma parte de la comisión, indicó que el testimonio de Hutchinson “se vio inspirado por el de muchos otros” y provocó que otras personas soliciten declarar.
“Todos los días aparece gente que quiere hablar”, aseguró. Hutchinson aseguró que Trump se abalanzó sobre el agente Bobby Engel del Servicio Secreto en un intento por hacerse con el volante del vehículo en el que era trasladado aquel 6 de enero cuando fue notificado de que se dirigían al ala oeste de la Casa Blanca y no hacia el Capitolio.
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Desde entonces, su testimonio fue puesto en duda por varios aliados de Trump, mientras que el propio Servicio Secreto indicó en declaraciones a la CNN que “circularon historias” sobre el incidente, incluidos detalles similares a los descritos por la política.
“Ella dice que esto es lo que escuchó que pasó. En ningún momento dijo que ella estuviera allí o que viera que eso pasaba”, puntualizó Kinzinger, que recordó que por el momento nadie negó que Trump quisiera desplazarse aquel día hasta el Congreso de Estados Unidos.
