CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se mostró el martes dispuesto a bajar la presión ante la controversia surgida con Estados Unidos en materia energética e informó que envió una carta a su par Joe Biden para expresarle su disposición a mantener una buena relación.
El anuncio se produjo dos semanas después de que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá activaran el mecanismo de solución de controversias establecido en el tratado de libre comercio entre los tres países, el T-MEC, que podría derivar en la aplicación de sanciones comerciales contra México.
Al referirse al contenido de la carta, López Obrador dijo en su conferencia matutina que le manifestó a Biden que “nuestra relación se va a dar con respeto a nuestra soberanía, en un pie de igualdad y que vamos a buscar siempre una buena vecindad”.
“Tenemos que cuidar que sea buena la relación, pero que no nos traten o nos dejemos que nos traten como colonia”, afirmó el gobernante mexicano tras asegurar que la controversia comercial responde a una “diferencia por la interpretación sobre nuestra soberanía energética”.
Washington sostiene que las políticas energéticas impulsadas por el gobierno de López Obrador favorecen injustamente a las compañías mexicanas estatales de electricidad y petróleo frente a competidores estadounidenses y proveedores de energía limpia.
Entre los temas en disputa está una reforma del año pasado a la ley mexicana sobre el sector eléctrico que, según Estados Unidos, privilegia injustamente la producción de electricidad de la compañía estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sobre la generada por empresas privadas y sobre fuentes más limpias como la eólica y la solar.
Estados Unidos también se ha quejado de una regulación de 2019 que otorga sólo a Petróleos Mexicanos (Pemex) tiempo adicional para cumplir con los estándares ambientales que limitan el azufre permitido en el combustible diésel para automóviles, así como las limitaciones que han impuesto sobre las solicitudes de permisos de empresas privadas para operar en el sector energético.
El canciller Marcelo Ebrard descartó la noche del lunes la posibilidad de que México pueda salir del T-MEC y en un video que difundió en su cuenta de Twitter afirmó que una diferencia con Estados Unidos respecto de un tema “no quiere decir ni que se va a colapsar la relación bilateral ni que vamos a dejar de estar en el tratado”.
A los reclamos de Estados Unidos se sumó Canadá que aseguró que las políticas mexicanas son “incompatibles” con las obligaciones del tratado.
La Secretaría de Economía de México anunció el mes pasado que buscará mantener un proceso coordinado con ambos socios del T-MEC para discutir el alcance de sus solicitudes y alcanzar una solución mutuamente satisfactoria durante la etapa de consultas.
Si los países no llegan a un acuerdo después de 75 días de consultas, Estados Unidos y Canadá pueden solicitar la intervención de un panel de resolución de controversias.
Desde que entró en vigor el T-MEC hace dos años se ha activado en cuatro oportunidades el mecanismo de solución de controversias.