El desequilibrio en la producción agrícola, aunado a los factores externos como sequía, escasez de fertilizantes y hasta la guerra en Ucrania, afecta la producción de maíz amarillo, lo que impacta a más de 60 industrias que se abastecen de este grano, alertó Esteban Jaramillo, director general de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami).
“Al registrarse un mayor déficit en la producción del maíz amarillo, el impacto al mercado interno será inmediato, por la demanda que tiene en diversas industrias, entre las que destacan principalmente las de alimentos y bebidas, farmacéutica y cuidado personal, por sus cualidades nutricionales, alimenticias y de inocuidad”, explicó.
Esto es importante porque, desde la perspectiva de la alimentación, del maíz amarillo dependen la producción de huevo, aceite, pan, leche, alimento para bebés, así como para animales de granja y de compañía, además de 200 derivados alimenticios, explicó la Canami.
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Importancia del maíz amarillo
Así, si el grano se encarece y las importaciones se incrementan, el escenario para 2024 sería poco alentador, ya que la situación afectaría a un significativo número de productos de la canasta básica e impactaría directamente al bolsillo de los consumidores.
Basta recordar que el conflicto entre Rusia y Ucrania –que estalló en febrero de este año– ya se refleja en el encarecimiento de 30% en el maíz; y adicionalmente esta materia prima se ve impactada por factores como la sequía, el cambio climático, la falta de insumos para hacer fertilizantes, el encarecimiento de los herbicidas, etcétera.
En respuesta, la Canami lanzó sus propuestas para promover la productividad de este grano.
La principal medida se enfoca en realizar inversiones productivas público-privadas en plataformas logísticas e industriales, en el sur-sureste del país, ya que por sus características naturales esta región tiene el potencial para incrementar su producción de manera exponencial.
Cabe recordar que México produce anualmente un promedio de 27 millones de toneladas de maíz, de los cuales 24 millones de toneladas son de blanco y 3 millones de maíz amarillo.
Este último implica que la cantidad de maíz amarillo es insuficiente para cubrir las necesidades que demanda el país.
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Por ello se busca consolidar el conocimiento técnico y de mercado de ambas instancias, con el fin de incrementar paulatinamente la producción de este tipo de maíz en 3, 5 y 10 años.
La propuesta de la Canami implica explotar el potencial que se tiene en el sur del país, sobre todo con la disponibilidad de agua, ya que el promedio de rendimiento en dicha área es de solo 2.1 toneladas por hectárea, en comparación a las 11 que se producen en algunos municipios de Sinaloa.
