Edward Buckles, Jr. tenía 13 años cuando el huracán Katrina impactó Nueva Orleans provocando disrupción en su vida. Buckles y su familia se mudaron de Nueva Orleans a Lafayette, Louisiana, por varios meses, mientras su ciudad comenzaba a recuperarse de la catastrófica tormenta.
Buckles dijo a The Associated Press que no recuerda mucho de esos meses viviendo en Lafayette, buscando una sensación de normalidad tras uno de los huracanes más destructivos en la historia estadounidense.
Su comunidad experimentó tanta destrucción, que ahora como adulto ve ese hueco en su memoria como una respuesta al trauma de lo que atestiguó.
Los padres de Buckles le preguntaron en ese entonces si estaba bien, pero en ese momento no podía saber por sí mismo. Después el trauma resurgió. Con los menores, dijo, “lo que es responsable e importante es que los prepares para lidiar con ese trauma una vez que resurge”.
El cineasta dijo que en su nuevo documental “Katrina Babies” no todos los menores traumatizados por su experiencia con el huracán y sus estragos contaron con adultos para revisar si estaban bien. Eso es lo que se propuso hacer al retratar a varios residentes de Nueva Orleans mientras ellos se reconcilian con una infancia o juventud estropeada por el huracán Katrina.
El documental, que ha sido elogiado por la crítica, estará disponible en Estados Unidos vía streaming en HBO Max el 24 de agosto y se estrena en HBO ese mismo día a las 9 pm de Nueva York (0100 GMT), 17 años después de que el huracán se formara en el océano Atlántico.
Muestra cómo Nueva Orleans y su gente fueron cambiados por el cataclismo. Presenta el trauma para una generación que creció tras uno de los mayores desastres relacionados con el cambio climático en Estados Unidos. Los residentes de Nueva Orleans comparten historias sobre ver cadáveres de humanos y animales, o dejar su casa y regresar a comunidades destruidas, cuando aún eran menores de edad.
El filme revisa el clima del pasado, el presente y, esperan los cineastas, suena las alarmas sobre el futuro climático.
“Espero que esta sea una historia estadounidense local que motivará a la gente a querer hacer las cosas mejor y preocuparse sobre los seres humanos, sobre lo intrínsecamente ligados que estamos a la naturaleza y que el futuro está claro: Habrá más (sucesos) como este”, dijo Audrey Rosenberg, la principal productora del filme.
Buckles dijo que a pesar de que el huracán Katrina podría ser visto como una experiencia formativa para él y los jóvenes de Nueva Orleans de esa época, otros impactos similares han ocurrido después. Aunque no es un científico especializado en el cambio climático, sabe de primera mano del daño repetido en su ciudad por huracanes y tormentas que se ha hecho más intenso por este fenómeno.
“Mi abuela perdió su casa por la inundación del huracán Katrina”, dijo. “Y ha pasado por inundaciones siete veces más tan sólo por tormentas tropicales”.
Cierra Chenier, de 26 años, aparece en el documental y también conoce gente que ha tenido que reconstruir en múltiples ocasiones tras Katrina por otros huracanes y tormentas.
Chenier señaló que la pérdida de cultura e historia en Nueva Orleans por desastres constantes relacionados con el cambio climático, como Katrina, influyó en su decisión de convertirse en historiadora y escritora.
“Quise preservar nuestra historia por lo rápido que sentí que mi infancia se volvió historia”, dijo. A pesar de que la tormenta fue hace 17 años, sigue dándole forma a su presente.
“Al preservar nuestras historias, escribir sobre esas historias y narrar esas historias, esto está siempre conectado con el presente y podemos crear mejores soluciones para el futuro”, dijo.
Chenier, Buckles y los otros jóvenes afectados por el huracán Katrina tienen mucho que decir sobre el futuro, tras experimentar años de inacción del gobierno para limitar el cambio climático, además de prepararse y recuperarse de otros desastres por este fenómeno. Año tras año, los residentes de Nueva Orleans, el estado y el gobierno federal saben que la temporada de huracanes llegará y será potencialmente catastrófica por el cambio climático, dijo Buckles.
Y a pesar de todo esto, dijo, el huracán Ida, que impactó a Nueva Orleans 16 años después que Katrina, casi exactamente en la misma fecha, afectó a personas en su comunidad de formas aterradoramente similares a la tormenta del 2005. Y las medidas de socorro, dijo, fueron casi tan lentas.
Como resultado, la gente en su comunidad se ha vuelto más fuerte. Pero dijo que se pregunta si las agencias del gobierno están confiando en que aquellos preparados para los desastres relacionados con el cambio climático salgan adelante por sí mismos cuando lo que en realidad necesitan es planeación y preparación pública.
“Los jóvenes están cansados de tener que lidiar con esto, incluyéndome a mí”, dijo Buckles. “Y no podemos olvidar responsabilizar a aquellos que necesitan ser responsabilizados”.
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Drew Costley está en Twitter como @drewcostley.
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