La llegada del secretario de Gobierno de Estados Unidos, Antony Blinken, a México destacó por el fuerte dispositivo de seguridad que resguardó al funcionario estadounidense desde su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y hasta Palacio Nacional, en donde se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde que Blinken bajó del avión, en compañía de la secretaria de Comercio de ese país, Gina Raimondo, al menos una decena de agentes de seguridad custodiaron a la comitiva que estuvo por unos minutos en la pista de aterrizaje.
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En ella estuvieron tanto funcionarios mexicanos como estaduoiunidenes, entre ellos el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Tras el saludo entre todos ellos y posar para los fotógrafos, Blinken fue subido a una camioneta en donde todas sus puertas tenían vigilancia de hombres y mujeres con traje y lentes oscuros que no dejaban de observar todo a su alrededor, mientras que Ebrard fue llevado a otra camioneta también con custodia.
Luego de estar algunos minutos en el Hangar Militar 19, en la Terminal 2 del AICM, todos el personal salió de la pista de aterrizaje, el convoy estaba encabezado por una patrulla de la Guardia Nacional seguida de otros 19 automóviles, entre coches, camionetas y vagonetas, además de que en la retaguardia se ubicó otra patrulla de la Guardia Nacional.
En ningún momento las escaleras que se ubicaron en en avión que transportó a los funcionarios estadounidenses fueron dejadas solas, pues al menos un par de agentes de seguridad se encargaron de que nadie se acercara.
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