El sismo registrado el pasado 19 de septiembre en Coalcoman, Michoacán, no afectó solamente a varias regiones de México, sino que repercutió en Estados Unidos, provocando olas de metro y medio de altura en Nevada.
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De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el sismo fue de magnitud 7.7 en escala de Richter; y se presentó después del Simulacro Nacional para conmemorar los terremotos de 1985 y 2017 ocurridos en la Ciudad de México, en donde se perdieron varias vidas.
Tras este nuevo terremoto que sacudió a los mexicanos el lunes, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center), emitió un aviso sobre la posibilidad de que un evento de esta naturaleza pudiera ocurrir en Estados Unidos, ya que el movimiento se generó a seis millas de profundidad del océano.
El jueves, el Parque Nacional del Valle de la Muerte (Death Valley National Park), publicó información y un video en su cuenta de Facebook, anunciando que “el terremoto que sacudió la costa del Pacífico de México hizo olas en Devils Hole”, un hábitat único de desierto ubicado en Nevada y administrado por el Servicio de Parques Nacionales (National Park Service).
De acuerdo con el informe, el personal del National Park Service se encontraba realizando investigaciones en el lugar, quienes aseguran que en cinco minutos, el agua comenzó a moverse formando olas de varios metros de altura, actividad anormal, ya que siempre se encuentra “quieta”.
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Los investigadores determinaron que tal solo 22 minutos después del terremoto ocurrido en México, las olas de metro y medio surgieron alrededor de Devils Hole, este fenómeno se conoce como “seiche” (naufragio sísmico), según información del diario Independent.
Este fenómeno genera ondas estacionarias en una masa de agua cerrada, como un lago o una piscina -Devils Hole, es lo más parecido a una cueva con agua-, y son causadas por las ondas sísmicas de un terremoto; en este caso el sismo de 7.7 ocurridos en Coalcoman, México.
