La escritora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, brilló en la ceremonia del 15 de septiembre en el Zócalo capitalino con un vestido rosa mexicano creado por Silvia Suárez Fernández, diseñadora nacida en Argentina, pero con corazón oaxaqueño que lleva dos décadas de trayectoria profesional.
Publimetro conversó con la diseñadora —egresada de la Universidad Iberoamericana en Puebla, con estudios de maestría en medios digitales en Barcelona— que irrumpe en la industria de la moda con el objetivo de visibilizar el trabajo de los maestros artesanos de pueblos originarios de México, en especial de Oaxaca.
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Silvia Suárez es conocida por las prendas que hizo para personajes como Yalitza Aparicio, Lila Downs, Pati Chapoy, Luis Gerardo Méndez, y ahora Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, se suma a la lista.
¿Quién es Silvia Suárez y cómo surge tu empresa?
Soy mujer, madre, diseñadora y marca. Una mujer entregada a mi familia y a mi trabajo. La marca surge a raíz de mi interés por vestir indumentaria textil, pero con un poco de tendencia a la moda. La maestría en Barcelona la hice en medios digitales, regresé a Oaxaca y empecé a hacer mi investigación para saber cómo fusionar los textiles. Lo complicado es saber cómo utilizar adecuadamente los textiles y no dañarlos. Fui aprendiendo.
¿Qué opinas de la utilización de bordados mexicanos en marcas Fast Fashion?
Todos los diseñadores nos inspiramos de mil cosas, simbologías egipcias africanas, mexicanas, del mundo antiguo, está lleno de simbologías; aquí lo que no se me hace propio de las marcas es que se hagan uso de diseños literalmente tal cual los hacen las comunidades sin darles crédito. En la cultura oaxaqueña, el primer caso sonado fue el de Isabel Marant, especialmente con la cultura Mixe, que es un pueblo en donde se autonombran ‘los no conquistados’. No veo mal que se inspiren, pero siempre se le tiene que dar el crédito y especificar el detalle de los diseños.
¿Cómo es el trabajo de producción colaborando con las comunidades de Oaxaca?
Cuando abrí la tienda les hice la propuesta de trabajar con ellas en cada comunidad. Yo les proporciono hilos, las combinaciones y se hacen, y ya tengo un estudio que está en la casa que me permite recibir semanalmente tanto a maestras artesanas como a costureras.
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¿Cómo se gestionó la prenda de Beatriz Gutiérrez?
Tengo una amiga que me compra ropa desde hace mucho tiempo y me habló dos meses antes para decirme que había una posibilidad de participar en hacerle el diseño a la doctora Beatriz y le dije ‘sí, me encantaría’ y ya me explicó que teníamos que hacer bocetos para que ella escogiera para mandarlos a realizar.
La verdad es que supe hasta el último día, porque me dijo que ella escoge el último día lo que le presentan. Yo creo que se los prueba y ve cuál le queda mejor. Creo, no quiero inventar. Y así quedó. En mis bocetos doy una explicación de las prendas: seda, brocado cadenilla de San Juan Guichicovi y un guipur francés en la parte de abajo de la falda. Justificas por qué el rosa mexicano, que es por el tono de piel, y pues fue también una sorpresa para mí.
¿Qué sentiste cuando viste tu diseño en el balcón de Palacio Nacional?
Se me salieron mis lagrimitas porque yo creo que independientemente de a quién le vendamos, todo mundo somos importantes. Para mí es una bendición el poder vivir de lo que hago yo y hacen las artesanas, pero evidentemente una primera dama representa un país. Estar en boca, no solo yo, sino las mujeres que me han acompañado, es poner a Oaxaca como un punto de atención, sentí bonito, la verdad.
¿Qué objetivos tiene Silvia Suárez como marca?
A veces se piensa que se le sube el precio por ser de diseñador, pero realmente no es así. Mi objetivo es crecer como marca, porque es el interés, no solo personal, sino que es de cómo nos vemos nosotros reflejados. El objetivo también es dar a conocer el proceso de creación de cada una de las prendas. Yo no hago alta costura, pero lo que hacemos lleva el tiempo. Son prendas que duran toda la vida; las prendas que creamos son atemporales, eso sí.
¿Cuántas tiendas tiene Silvia Suárez?
Una en Oaxaca. Tenía otra en Playa del Carmen y gracias a Dios me iba muy bien, pero las cosas se complicaron. Justo antes de la pandemia cerramos.
¿Retos por pandemia?
La tienda estuvo cerrada casi seis meses, mi reto mayor fue salir en redes porque no me gustaba mucho tomarme fotos, entonces me llevé toda la producción de la tienda a la casa y mandaba fotos en historias y me empezaban a pedir, y así subsistimos.
¿Qué caminos hay para el futuro de Silvia Suárez?
Me emociona el hecho de tener igual una sucursal –aunque sea chiquita– en la capital del estado. Seguir creciendo, pero a medida de producción artesanal, porque no podemos crecer de otra manera.
¿Cómo trabajas los textiles y qué tipo de prendas son los que más te gusta trabajar?
Me gustan todos los colores porque hago ropa muy colorida y me pasa igual con los textiles. Impartimos un curso en Tenancingo de degollado, en el Edomex y me agarró la fascinación por los rebozos que hacen.
¿Vestidos de novia?
He tenido siete novias, de las cuatro primeras novias se me borró el registro de fotos, pero voy a empezar a fotografiar porque me han pedido muchos diseños de novia.
¿Vestidos de noche?
Mi hija me decía: ‘mamá, es que lo que te hace falta es ponerle brillo a la ropa’. Me voy a empezar a promover como creadora también de vestidos de noche o de fiesta. Lo que vendo mucho en la tienda son vestidos como del diario. Me falta esa parte.
Último mensaje
Valoremos lo ‘Hecho en México’ no solo el 16 de septiembre, no es nada más eso. No es que nos veamos ni como Frida Kahlo, ni como Lila Downs en su show. Podemos mezclar lo moderno y empezar a valorar el trabajo hecho.