La defensa legal de Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes” y fundador del Cártel de Guadalajara, tramitó dos amparos, uno por presuntos actos de tortura sicológica a su cliente y otro por no llevarse a cabo el beneficio de la prisión domiciliaria que le concedió un juez.
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El 15 de septiembre se tenía programada la audiencia en la que se le colocaría el brazalete electrónico, pero fue suspendida por el juez de Jalisco, debido a que el juzgador le concedió prórroga a la Guardia Nacional para que estuviera en aptitud de implementar el operativo para realizar el traslado de la Comisaría de Sentenciados de Jalisco al domicilio donde sería ingresado.
La diligencia quedó programada para el 23 de septiembre, los abogados de Félix Gallardo presentaron la primera demanda de amparo, por no haberse materializado la sustitución de la pena de prisión.
Después, el juez recibió una notificación del Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, para dejar sin efecto la audiencia del 23 de septiembre, ya que la FGR señaló que el brazalete presentaba fallas.