MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Bielorrusia recibió la semana a los primeros militares procedentes de Rusia, fruto de un compromiso suscrito por los presidentes de ambos países, Alexander Lukashenko y Vladimir Putin, respectivamente, y que Minsk intenta justificar apelando a los riesgos para la seguridad nacional.
El responsable de cooperación internacional de las Fuerzas Armadas bielorrusas, Valeri Revenko, ha confirmado en Twitter que llegarán "hasta 9.000" efectivos rusos, a los que habría que sumar unos 170 tanques y 200 vehículos blindados de combate, así como artillería.
Por su parte, el ministro de Defensa ha señalado que "la fuerza regional ha comenzado su despliegue y a realizar misiones" y confía en este despliegue para "responder a los desafíos y amenazas pendientes". En este sentido, ha enfatizado durante un acto en la capital que el acuerdo tiene fines "puramente defensivos", según la agencia de noticias BelTA.
Lukashenko ha denunciado riesgos para la seguridad nacional bielorrusa procedentes de diversos países, entre ellos Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha propuesto el envío de observadores internacionales a la zona para solventar las suspicacias de Minsk, ante el temor a que sean una justificación para una futura intervención militar.