MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Según ha denunciado el máximo representante diplomático ruso, los empleados diplomáticos rusos trabajan en la mayoría de países occidentales en unas condiciones que "difícilmente pueden llamarse humanas", según recoge la agencia rusa de noticias TASS.
"Nuestra gente trabaja en condiciones que difícilmente pueden llamarse humanas. Se crean problemas constantes, amenazas de ataques físicos. El principal asunto es que allí no hay trabajo que hacer desde que Europa decidió cerrarse a sí misma de nosotros y frenar toda cooperación económica", ha dicho Lavrov.
Lavrov ha respondido así a las continuas rondas de sanciones impuestas contra Rusia por gran parte de la comunidad internacional como respuesta a la guerra en Ucrania. En base a estas medidas, Occidente ha limitado de algún modo la capacidad diplomática de Rusia.
En este contexto, el ministro de Exteriores ruso ha reconocido que Moscú está "reorientando geográficamente" sus actividades, centrándose ahora más en "los países del llamado tercer mundo", que son quienes "necesitan atención adicional".