Tres dirigentes de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) fueron asesinados este fin de semana en la carretera federal Chilpancingo-Chilapa.
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Los tres hombres formaron parte del contingente que detuvo por unos minutos al presidente, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 21 de octubre, para pedirle que detuviera a la organización criminal “Los Ardillos”, que provoca terror en sus pueblos. Le dijeron que en los últimos años han asesinado a más de 40 de sus compañeros, 20 están desaparecidos y cientos se han visto obligados a desplazarse.
También dijeron que “Los Ardillos” son encabezados por los hermanos Ortega Jiménez, Celso, Antonio, Iván y Bernardo, este último diputado local por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Uno de los dirigentes de la CRAC en Chilapa, Jesús Plácido, contó que alrededor del mediodía del sábado, sus compañeros Adán Linares, Guillermo Hilario y Moisés Cuapipisteco salieron de su pueblo, en Alcozacán, rumbo a Chilpancingo a comprar unas refacciones para el vehículo.
Pasando la salida de Chilapa, a la altura de la comunidad Xochimilco, según contó el dirigente comunitario, hombres en motocicleta los interceptaron y les comenzaron a disparar.
Los tres policías asesinados forman parte de los 16 asesinatos que ocurrieron este fin de semana, de viernes a domingo, en distintos puntos de Guerrero. No se descarta que se trata de una venganza por parte de “Los Ardillos”, pues fueron los agentes quienes denunciaron a la organización criminal ante el presidente.
