La condena de 15 años de cárcel en contra de un guardia civil por difundir fake news, en España, marcó un precedente histórico sobre las posibles sanciones que amerita este ejercicio de desinformación en internet y diferentes redes sociales.
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La acción por la que fue sentenciado este hombre se trató de la publicación de un tuit con un video completamente sacado de contexto, pues aseguró que menores migrantes habían agredido a una mujer en Barcelona, cuando en realidad los hechos se produjeron en China, con una grabación que el propio gobierno había dado a conocer.
De esta forma, la pena se le dictó por el delito de “lesionar la dignidad de las personas por motivos discriminatorios”, aunque por aceptar su fallo, un curso de reeducación y que no se repita esa acción podrá evitar pisar prisión.
La publicación se realizó en Twitter el pasado mes de julio del 2019, pero el seguimiento por parte de la Dirección General de la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) del gobierno español remitió el caso ante la fiscalía para castigar al responsable del hecho.
“Aquí tenéis el vídeo del MENA marroquí de Canet de Mar. A esos que le vamos a dar una paguita hasta los 23 años, los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más inri la viola, estos energúmenos y estas manadas de marroquíes no saldrán en los medios”, colocó.
De acuerdo con la institución de justicia española, esta clase de manifestaciones de odio solo contribuyen a “aumentar entre la población los prejuicios y estereotipos contra estos colectivos integrados por personas vulnerables.
Pese a que su comportamiento, de forma constante exhibía conductas xenófobas y racistas, el guardia civil quedó exento de la pena inicial de 15 años de prisión.
