MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Las Fuerzas Armadas de Rusia han lanzado esta semana su mayor ola de bombardeos desde el inicio de la invasión en febrero, lo que ha provocado que más de diez millones de personas se quedasen el jueves sin suministro eléctrico, según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Los últimos ataques rusos han golpeado varias regiones, entre ellas Kiev, y la oficina de la Presidencia ha denunciado que sólo en la zona de Zaporiyia han muerto al menos nueve personas. Dos nuevos cuerpos han sido localizados este viernes bajo los escombros de una vivienda destruida en Vilniansk, según la agencia UNIAN.
En su informe militar diario, Ucrania no ha notificado cambios en los varios frentes de combate que siguen abiertos, mientras que el Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que sus efectivos han tomado una localidad en la región de Donetsk, si bien este tipo de informaciones son imposibles de verificar de manera independiente.
La salida de las fuerzas rusas de la ciudad de Jersón, la única capital de provincia conquistada tras la invasión, ha supuesto una simbólica victoria para Kiev. Este repliegue implicó un traslado masivo de tropas y civiles a la orilla occidental del río Dniéper.
Según la Inteligencia militar de Reino Unido, tras estos movimientos, "las fuerzas rusas siguen priorizando el reacondicionamiento, la reorganización y la preparación de sus defensas". Sus fuentes han la construcción de nuevas trincheras en varios puntos que están a decenas de kilómetros de la actual línea del frente, en previsión de nuevos retrocesos.
"Es probable que Rusia intente en algún momento resituar algunos de los efectivos recuperados de Jersón para reforzar y expandir sus operaciones ofensivas cerca de la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk", ha afirmado la Inteligencia británica.