MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Entre los sancionados se encuentran Pavlo Lebed, gobernador del Monasterio de las Cuevas de Kiev, declarado patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y también el exdiputado del Parlamento ucraniano, Vadim Novinski, según ha informado la agencia de noticias UNIAN.
El Consejo de Seguridad Nacional había instado al Gobierno a que presentara un proyecto de ley para prohibir las actividades de las organizaciones religiosas con presuntos vínculos rusos. Así, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha firmado un decreto para validar esta decisión.
De esta forma, el Gobierno ucraniano tiene un plazo de dos meses para presentar la iniciativa al Parlamento que tenga los suficientes "fundamentos legales" en virtud del Derecho Internacional, según ha informado la agencia de noticias Ukrinform.
En paralelo, los registros en la Iglesia Ortodoxa han continuado este viernes en las regiones de Yitomir, Rivne y Transcarpatia. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha asegurado que estas medidas se han llevado a cabo para "proteger a la población de provocaciones y actos terroristas".
Según ha indicado el SBU en su perfil de Telegram, entre los objetos encontrados se encuentran "textos de oraciones" del patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, así como dinero en efectivo, símbolos nazis o folletos de propaganda llamando a unirse al Ejército ruso.
Asimismo, la Inteligencia ucraniana ha informado de que el arzobispo metropolitano de la diócesis de Kirovohrad es sospechoso de organizar "actividades subversivas contra Ucrania". "El obispo formaba parte del círculo íntimo de Kirill, con quien coordinó la difusión de opiniones pro-Kremlin en la región", ha dicho.
El pasado 25 de noviembre también se produjeron registros en varios monasterios en distintas ciudades, entre ellas Kiev. El SBU informó de que, tras inspeccionar los edificios, encontraron manuales religiosos procedentes de Moscú, documentos en ruso y literatura "pro-Kremlin".
Ucrania, que lleva varias semanas realizando registros en organizaciones religiosas, asegura que todas estas medidas se están llevando a cabo para garantizar la seguridad nacional y debido a que la Iglesia Ortodoxa difunde propaganda rusa y promueve el reclutamiento, entre otras acciones "subversivas".