MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Según se desprende del informe de objetivos y planes para 2023 elaborado por el organismo central, este crecimiento podría verse "condicionado" por factores externos y por el riesgo de sequía, que ya está afectando al sector agrícola y se desconocen sus efectos completos en el desarrollo económico.
Este efecto de la sequía ya se ha apreciado en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Argentina en el año que termina. Si bien la economía mantuvo una tendencia "creciente" en 2022, con una expansión del 5%, el desempeño fue más negativo en sectores como el primario, que se vio contrarrestado por otros que recuperaron el nivel de actividad previo a la pandemia.
INFLACIÓN A LA BAJA
En lo que se refiere a la inflación, el banco central ha indicado que los precios continuarán por la senda de la desaceleración, tal y como se ha evidenciado en la segunda mitad del año 2022. En este sentido, la institución se ha comprometido a "reducir" la tasa anual de inflación, de modo "consistente y gradual", mediante la administración "prudente" de las condiciones monetarias, financieras y cambiarias.
La inflación interanual del país se situó en noviembre en el 92,4%, provocada principalmente por el precio de las materias primas, los alimentos y las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania. No obstante, el banco ha asegurado que la economía de Argentina presenta una "elevada" inercia inflacionaria.
En cuanto a los tipos de interés, estos se espera que se sostengan a lo largo del año, aunque el organismo ha señalado que busca "resguardar" el nivel de ahorro de los argentinos.