LA HABANA (AP) — Habanos S.A., una firma mixta cubana con contrapartes europeas que tiene el monopolio de la comercialización de los afamados puros isleños en el mundo, celebró el viernes el fallo de un tribunal de marcas en Estados Unidos que reconoció sus derechos sobre la marca Cohiba, que había sido registrada por otra empresa.
El Tribunal de la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos (TTAB, por sus siglas en inglés) ordenó “la cancelación de los registros de Cohiba por parte de General Cigar tras los procedimientos legales”, indicó la corporación en un comunicado.
Habanos S.A. es una empresa conformada por la estatal Cubatabaco y la angloespañola Altadis que distribuye los cigarros de la isla como Romeo y Julieta, Partagas, Montecristo y el propio Cohiba en todo el mundo, salvo en Estados Unidos donde las sanciones políticas y comerciales impiden su comercialización.
Cubatabaco presentó en 1997 los trámites legales para que se cancelara en Estados Unidos el registro sobre Cohiba que había inscrito una compañía llamada General Cigar. El fallo fue del 20 de diciembre, indicó el comunicado.
“La cancelación de los registros de General Cigar abre el camino para que Cubatabaco registre la marca Cohiba en Estados Unidos, ya que tiene derechos exclusivos sobre la marca”, indicó el comunicado según el cual se logró demostrar la prominencia de la propiedad de la parte isleña.
Cohiba es además una marca especial para Cuba. Este año festejó 55 años y se elabora a partir de las hojas de la vegas de Pinar del Río, consideradas las de mayor calidad por lo que durante los primeros años de la revolución también se usaban para confeccionar los puros con los que se agasajaba a las personalidades que visitaban la isla.
Un reporte de Habanos S.A. de comienzos de 2022 indicó que la firma facturó unos 568 millones de dólares en 2021, un crecimiento del 15% con relación al año anterior, en mercados como España, China, Alemania, Francia y Suiza.
Cohiba no es la única marca que las autoridades o las firmas cubanas disputan en Estados Unidos. Debido a las sanciones que impiden comercializar los productos isleños en ese país, algunas empresas buscan resquicios legales para conseguir la propiedad, tal como sucedió con el ron Havana Club que también lleva décadas en litigio.