JERUSALÉN (AP) — Fuerzas israelíes derribaron el miércoles la casa de un palestino que supuestamente mató a tiros a una soldado israelí en un ataque el año pasado que desencadenó una gran operación de búsqueda y un enorme despliegue de seguridad en el vecindario de Jerusalén Este donde vivía.
La demolición se hizo en las primeras semanas del nuevo gobierno israelí de ultraderecha, que ha impuesto una dura estrategia contra los palestinos y prometido impulsar la construcción de asentamientos en la ocupada Cisjordania.
Unos 300 agentes y militares entraron en el campo de refugiados de Shuafat para derribar la casa de Uday Tamimi, según la policía. Israel atribuye a Tamimi el tiroteo mortal en un control de carretera en octubre.
Tras matar a la soldado de 19 años, el agresor huyó y desencadenó una semana de búsqueda y duras restricciones sobre Shuafat. Como parte de la búsqueda, fuerzas israelíes de seguridad bloquearon todos los accesos al campamento, lo que paralizó la vida de sus aproximadamente 60.000 habitantes.
Finalmente, Tamimi murió baleado tras disparar a guardias de seguridad en la entrada de Maale Adumim, un gran asentamiento israelí en Cisjordania al este de Jerusalén.
El nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, un ultranacionalista que está al cargo de la policía, celebró la demolición.
“Este paso es muy importante, pero no basta en absoluto. Debemos destruir todas las viviendas de terroristas y deportar a los propios terroristas del país”, dijo en un comunicado.
Israel derribaba viviendas de agresores mucho antes de que este gobierno asumiera el poder, y afirma que la estrategia disuade de ataques futuros. Los palestinos y grupos de derechos lo consideran como una forma de castigo colectivo.