MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
"Indonesia, Malasia y Singapur en particular deberían señalar a EEUU y la Unión Europea que apoyarán el fortalecimiento y la aplicación de las sanciones existentes contra la junta. Sin sanciones específicas más fuertes, el Ejército de Birmania solo reforzará su control brutal sobre la población", ha señalado la directora para Asia de HRW, Elaine Pearson.
La organización ha lamentado que la junta ha "reprimido brutalmente a cualquier oposición y ha restringido severamente las libertades de expresión, asociación y reunión", desde las acciones militares del 1 de febrero de 2021.
"La junta militar de Birmania ha pasado los dos años transcurridos desde el golpe inmersa en una espiral cada vez más intensa de atrocidades contra el pueblo birmano que equivalen a crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra", ha declarado.
"En lugar de proceder con 'elecciones' inevitablemente falsas en agosto, los generales de Birmania deberían enfrentar las consecuencias internacionales por sus crímenes", ha señalado Pearson.
Varias ONG han denunciado que al menos 17.000 manifestantes y activistas han sido arrestados y 2.900 asesinados, al tiempo que las fuerzas de seguridad han llevado a cabo detenciones arbitrarias, torturas, violencia sexual y asesinatos en masa, abusos que equivalen a crímenes contra la humanidad.
Además, la junta ha impedido que la ayuda humanitaria llegue a las millones de personas que se encuentran desplazadas o en zonas de conflicto, como es el caso de los rohingya, minoría musulmana que vive esencialmente en el estado birmano de Rajine y que son apátridas, privados de sus derechos y víctimas de numerosos abusos.
"En el estado de Rajine, donde los rohingya han sufrido durante mucho tiempo abusos y discriminación sistemáticos que equivalen a crímenes de lesa humanidad, incluida la persecución y el apartheid, las fuerzas de seguridad han impuesto nuevas restricciones a la circulación y la ayuda", reza un comunicado de HRW.
Así, ha informado de que estas restricciones han empeorado la escasez de alimentos y agua, aumentando el riesgo de enfermedades y desnutrición severa.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en diciembre su primera resolución sobre la situación en el país asiático, pidiendo el fin de la violencia y los ataques contra civiles y la infraestructura civil, así como la liberación de todos los presos políticos.