MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Los arrestos han tenido lugar en el marco de una investigación que también ha permitido identificar a cinco ciudadanos moldavos presuntamente implicados, de los cuales dos ya fueron detenidos en diciembre de 2022 y otros tres han sido calificados como sospechosos.
El Servicio de Información y Seguridad moldavo ha indicado en un comunicado que todos ellos habrían sido "reclutados por los servicios secretos de terceros países para ayudar a desestabilizar el país de forma violenta".
Además, ha indicado que los servicios de Inteligencia han hallado indicios de que ciudadanos de otros países están incurriendo en delitos de espionaje y financiando a supuestos espías en Moldavia.
Las investigaciones empezaron en 2020 e incluyen transferencias de dinero, discursos de odio y contratación de personas para llevar a cabo actos violentos durante protestas contra el Gobierno, entre otros.
Las autoridades han señalado que los delitos de traición y espionaje pueden acarrear penas de entre doce y veinte años de prisión, según el Código Penal del país. Previamente, la presidenta moldava, Maia Sandu, ha alertado de que terceras personas estarían preparando un golpe de Estado en el país.
Tal y como ha indicado, Rusia estaría organizando "protestas opositoras que incluyen a ciudadanos rusos, bielorrusos, serbios y montenegrinos" en un plan que busca "hacer caer al Gobierno y las instituciones moldavas" para lograr un cambio de poder en el país.