LA PAZ, Bolivia (AP) — Una demanda inusual de dólares en las dos últimas semanas ha llevado al Banco Central de Bolivia a disponer de 240 millones de dólares que tienen en sus bóvedas los bancos públicos y privados para inyectar divisas en el mercado y evitar la especulación.
“Los 14 bancos más grandes en el país tienen esa cantidad de dinero que han puesto a disposición de todo el público”, dijo el viernes el presidente del ente emisor, Edwin Rojas, a la televisora estatal Bolivia TV.
Rojas explicó que la alta demanda es “consecuencia de una especulación motivada por rumores injustificados” de escasez del billete estadounidense.
Para fortalecer su moneda el gobierno boliviano ha mantenido el tipo de cambio en 6,96 bolivianos por cada dólar a la venta y 6,86 para la compra desde 2011.
“Desde el Banco Central de Bolivia y con base en las previsiones macroeconómicas para esta gestión, se mantendrá nuestra política cambiaria”, sostuvo Rojas.
A mediados de febrero el Banco Central dispuso como incentivo a los exportadores un mejor precio de compra del dólar a 6,95 bolivianos. Los expertos señalaron que la aceleración de la demanda comenzó a partir de esa medida.
Los medios locales han reportado que sobre todo en Santa Cruz, el motor económico del país, personas que recogían remesas no podían hacerlo en dólares sino en moneda local. Entre otras quejas de los usuarios detectaron que los bancos y casas de cambio ya no vendían dólares y que los que sí lo hacían pedían un precio mayor al estipulado.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, explicó que se trata de un “brote especulativo” porque algunos intermediarios buscan favorecerse con el tipo de cambio.
El analista Jaime Dunn sostuvo que la especulación se produjo por "la falta de una reacción clara y firme de las autoridades del gobierno”.
A pesar de tener una de las tasas de inflación más bajas del continente -3,12% en 2022 respecto del año anterior-, las reservas internacionales de Bolivia se han reducido drásticamente debido sobre todo a la fuerte subvención al precio de los carburantes. El Estado subsidia la mitad del precio de la gasolina y el diésel que en gran parte son importados.
El gerente general de la Cámara Nacional de Industrias, José Luis Zavala, manifestó su preocupación en declaraciones a la radio Correo del Sur. “Necesitamos que las personas entiendan que es un momento delicado... nosotros llamamos a la prudencia, a la racionalidad”.