La torta ahogada es uno de esos platillos mexicanos que se aman u odian. Primero porque es una pieza que tiene que sumergirse en sala de jitomate y chile de árbol, por lo que al remojarse no es apta para todos los paladares. Segundo, porque es el antojito más representativos del estado de Jalisco, particularmente de la ciudad de Guadalajara.
Recientemente, el portal Taste Atlas, encargado en revelar la mejor comida del mundo, calificó a los molletes (posición 33) y la torta ahogada (lugar 50), dentro de los mejores sándwiches del mundo, a la altura de los que se producen en Estados Unidos, Italia, Francia, España, entre otros.
¿Cómo se prepara una torta ahogada?
La receta original se prepara en un birote salado relleno de carnitas de puerco, bañado en dos salsas, una de chile de árbol de Yahualica y otra de jitomate, así como cebolla y limón, pero con el tiempo se han tenido variantes y algunos torteros les ponen aguacate, frijoles refritos y en otros casos sustituyen la carne por camarón.
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La forma más común de comerla en su lugar de origen es dentro de una bolsa, en la que se mezclan todos los ingredientes para comerla al momento.
Con base a estudios hechos en otros estados e incluso en el extranjero, afirmó que el birote no tiene el mismo sabor en otras regiones pues está comprobado que las característica climáticas de Guadalajara favorecen al platillo, al igual que las costumbres gastronómicas que se tienen aquí, es decir, los condimentos.