A las autoridades estadounidenses les preocupa que las fugas en los grifos de los aviones Boeing 787 puedan ser un peligro para la seguridad: alegan que el agua se filtra en los sistemas electrónicos de las aeronaves durante los vuelos.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) propuso el viernes ordenar inspecciones repetitivas y, si se encuentran fugas, reemplazar las piezas de los grifos. La medida se conoce luego de informes de que el agua de los baños se filtró debajo del piso de la cabina y en las bahías del equipo electrónico.
La FAA señaló que las fugas podrían dañar equipos cruciales y causar una “pérdida de la seguridad continua de vuelo y aterrizaje”.
La agencia agregó que una aerolínea encontró una alfombra mojada en la cabina de un avión y cuando inspeccionó toda su flota de aviones 787 detectó “múltiples” filtraciones en los grifos de los aviones. La FAA no identificó a la aerolínea.
Boeing informó a las aerolíneas en noviembre sobre el problema, que se atribuyó a un sello de junta tórica y se describió como una fuga lenta: aproximadamente 236,5 mililitros (8 onzas) de agua por hora. Sin embargo, Boeing explicó que el problema se limitaba a ciertos 787, pero la orden de la FAA los abarca a todos.
La FAA describió las inspecciones extras como una medida temporal mientras el fabricante rediseña los módulos de grifos.
Habrá un período de 45 días para comentarios antes que la propuesta se vuelva una orden definitiva.
Las inspecciones se aplicarán a 140 aviones de las flotas estadounidenses. Boeing llama Dreamliner al 787. Es un avión más grande que el 737 Max y se usa ampliamente en vuelos largos, incluso vuelos internacionales.
Las entregas de Dreamliner se han detenido durante varios períodos en los últimos dos años ante la preocupación de la FAA por fallas en la producción, aunque las entregas se reanudaron recientemente después de la interrupción más reciente.