MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
"Se colocó mucho militar en política y mucha política en los militares", ha dicho Múcio a su paso por Lisboa, como parte de la delegación oficial encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista para la agencia Lusa.
Las palabras del jefe de Defensa hacen referencia a la fuerte presencia de los militares tanto dentro del gabinete de Bolsonaro, quien es capitán del Ejército en la reserva, como ocupando diversos cargos dentro de oficinas y ministerios.
"Un militar aquí, allá, en cualquier país, es un funcionario de carrera ligado a la Constitución. Son guardianes de la Constitución Brasileña, no empleados del gobierno de turno", ha recalcado Múcio.
Después de los ataques del 8 de enero y ante las sospechas de connivencia de los militares con los asaltantes, el Gobierno de Lula desencadenó una ola de ceses y dimisiones entre los militares que trabajaban en el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), una de las plataformas señaladas tras aquel día.
Entre quienes tuvieron que salir recientemente fue quien hasta hace unos días era su ministro, el general Marcos Edson Gonçalves Dias, tras publicarse unas imágenes en las que se evidenciaba cierta pasividad en el momento de los ataques.
No obstante, Múcio ha señala que este gabinete --con categoría de ministerio-- debe seguir en manos de las fuerzas castrenses, pues entre otras cuestiones, la relación tanto con el Gobierno con el presidente es "óptima".
"Los militares están calmados. La relación con el Gobierno es óptima y con el presidente también", ha dicho el ministro de Defensa, quien considera normal en democracia que ya miembros de las Fuerzas Armadas a los que no les caiga bien Lula.
"Tenemos grupos que protestan, pero eso es la democracia", ha dicho Múcio, quien ha pedido tiempo para que Lula, quien "venció unas elecciones durísimas" y cuenta con un "perfil completamente diferente" al de Bolsonaro pueda "desarrollar sus ideas".
Por otro lado, Múcio ha señalado que si bien el objetivo es incrementar de forma gradual el gasto militar del 1,2 al 2 por ciento para lograr unas Fuerzas Armadas más modernas, ha reconocido que existen otras prioridades como dar de comer a aquellos ciudadanos que pasan hambre.