MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La coalición Lamuka lleva semanas preparando un gran día de concentraciones en los principales núcleos urbanos del país, incluida la capital, Kinshasa, para denunciar la supuesta pasividad del Gobierno congoleño durante el conflicto con la milicia del Movimiento 23 de Marzo (M23) y la incapacidad de la fuerza regional de la Comunidad Africana Oriental (EAC, por sus siglas en inglés) para apaciguar la situación.
En su comparecencia conjunta, Martin Fayulu, Moise Katumbi, Delly Sesanga y Matata Ponyo han denunciado la existencia de una conspiración para sabotear las protestas "a golpe de machete", de ahí que se haya decidido aplazar una semana las marchas para reforzar los preparativos de seguridad, ha declarado Sesanga en comentarios recogidos por el portal congoleño 7sur7.
El propio presidente del país, Félix Tshisekedi, criticó el miércoles la existencia de una "cohabitación" entre la fuerza regional de la EAC y el M23 en zonas del este del país africano, al tiempo que adelantó que estas tropas podrían retirarse de la zona durante el mes de junio, en medio de disputas sobre la interpretación de la duración del mandato.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El secretario general de la EAC, Peter Mathuki, ha tildado de "injustas" las críticas del presidente Tshisekedi. "Decir que la fuerza regional no hace nada, en este poco tiempo, no es justo", ha señalado Mathuki, quien ha reconocido sin embargo que el ritmo de aplicación de su mandato "no es el esperado", según ha informado la emisora Radio France Internationale.