La población europea envejece aceleradamente. Tan sólo en la Unión Europea, se espera que la población de 75 a 84 años aumente 56%, mientras que la población de 65 a 74 años incrementará en 17%. Una de las consecuencias de este envejecimiento acelerado es la soledad de los adultos mayores; en 2017, 40% de la población femenina vivía sola, en tanto, el 22% de los hombres compartía esta situación, esto de acuerdo con datos de la Oficina Europea de Estadística.
Y mientras unos viven solos, los jóvenes viven en compañía, pero hacinados: cada persona menor de 65 años tiene, en promedio, 1.7 cuartos, en contraste, con la población mayor a 65 años con 2.1 cuartos. Sin embargo, con la edad, la gente se hace más vulnerable a moverse por su cuenta, por lo que, algunos optan por vivir en casas residenciales.
Para contrarrestar el efecto de la soledad y aislamiento de la población adulta mayor en estos espacios, en Países Bajos, se propone un subsidio a jóvenes de 18 a 30 años de hasta 200 euros al mes si se mudan a espacios residenciales con personas mayores. La propuesta incluye que los jóvenes también ayuden en actividades diarias, como la administración de medicamentos o la compra de alimentos.
Esta propuesta está basada en iniciativas en Bodegraven, Enschede y Deventer, ciudades de los Países Bajos; y está sometida a consulta hasta el 23 de junio. Para este plan, el gobierno destinará 5.2 millones de euros; lo cual aumentará el próximo año hasta incrementar a 49 millones de euros anuales. Las solicitudes de ayudas podrán ser solicitadas a partir de julio de este año.
Convivencia intergeneracional
Providence Mount St Vicent es una residencia para adultos mayores ubicada en Seattle, Estados Unidos, la cual tiene un programa de cuidado infantil en el cual conviven los habitantes de este lugar con menores de edad de edades comprendidas desde las seis semanas hasta los cinco años.
El programa tiene más de 30 años en funciones y está integrado por alrededor de una centena de niños que acuden a la residencia a convivir con adultos mayores. Esta convivencia tiene beneficios para los adultos mayores, quienes se reintegran a la vida familiar, tienen la oportunidad de tener un rol familia, así como la oportunidad de dar y sentirse necesitados.