RÍO DE JANEIRO (AP) — Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, se reunieron el sábado para impulsar la próxima cumbre regional sobre la selva amazónica y ampliar los esfuerzos para protegerla.
El encuentro tuvo lugar en la localidad colombiana de Leticia, ubicada en la región de la triple frontera amazónica entre Colombia, Brasil y Perú, donde el crimen organizado ha incrementado su presencia.
La reunión busca sentar las bases para la Cumbre Amazónica que el gobierno brasileño organizará el mes entrante en Belem. Asistirán a la cumbre los gobernantes de los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Lula pretende que la declaración conjunta que surja de la cumbre sea presentada ante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático conocida como COP28 que tendrá lugar en Dubái en noviembre.
“Tendremos que exigir juntos a los países ricos que cumplan sus compromisos”, declaró Lula sentado al lado de Petro, en Leticia.
Por su parte, Petro subrayó la necesidad de formar un frente común para presionar a los países desarrollados.
Por su parte, el presidente colombiano dijo que será necesario destinar billones de dólares para enfrentar la crisis climática. Esto, afirmó, podría lograrse con la transformación del sistema global de la deuda y cambiar deuda por acción climática.
El documento final incluirá medidas para el desarrollo sustentable de la Amazonía, proteger el bioma y fomentar la inclusión social, la ciencia, la tecnología y la innovación, así como valorar a los pueblos indígenas y su conocimiento, aseveró el gobierno de Brasil en un comunicado.
“La acción conjunta de los países que comparten el bioma amazónico es fundamental para enfrentar los múltiples desafíos en la región”, según el comunicado.
Uno de esos desafíos es el crimen organizado, que ha aumentado su control particularmente en las regiones trifronterizas como en la que se ubica Leticia. El año pasado, el periodista británico Dom Phillips y el activista indigenista Bruno Pereira fueron asesinados en la región vecina del valle Javari.
Estas zonas se han convertido en “puntos conflictivos violentos”, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito difundido en junio.
Los grupos delictivos se dedican simultáneamente a la producción y tráfico de cocaína, así como a la explotación de recursos naturales, subrayó.