SÍDNEY (AP) — Durante el primer partido de Corea del Sur en la Copa Mundial femenina frente a Colombia el martes, había un grupo de jugadoras calentando detrás del arco. A los 78 minutos, una de ellas salió del grupo.
La delantera Casey Phair, a sus 16 años y 26 días, saltó a la cancha para convertirse en la futbolista más joven en disputar una Copa Mundial ya sea en la rama femenina o en la masculina.
“Cuando estaba por ingresar realmente estaba muy, muy nerviosa”, dijo Phair, de padre estadounidense, y de madre surcoreana, y que fue criada en Estados Unidos. “Fue un momento de miedo, pero al entrar y correr por toda la cancha todo se fue acomodando”.
El récord previamente lo tenía Ifeanyi Chiejine, con 16 años y 34 días, cuando jugó con Nigeria en la Copa Mundial Femenina de 1999.
En los 17 minutos que disputó en la derrota 2-0, Phair pugnó afanosamente por el balón con las colombianas.
“Ella mereció la oportunidad de jugar”, mencionó el entrenador de Corea de Sur, Collin Bell. “Entrenó muy bien, como cualquiera. Quise meterla para darle esa experiencia”.
Nacida el 29 de junio de 2007 en Corea del Sur, Phair es también la primera jugadora multiétnica, en jugar para una selección absoluta de Corea del Sur, sea en la categoría femenina o la masculina.
Phair no es la única joven estrella en esta edición del Mundial femenino. Otras dos jugadoras de 16 años aparecen en los planteles del torneo. Sin embargo, ambas nacieron en 2006. Giulia Dragoni fue titular para Italia en la victoria del lunes por 1-0 sobre Argentina, y Sheika Scott ingresó por Costa Rica en la derrota por 3-0 ante España el viernes.
Cuatro jugadoras más presentes en la Copa Mundial tienen 17 años, y hay 39 adolescentes entre los 32 equipos.
La siguiente oportunidad para que juegue Phair será el domingo cuando las guerreras de Taeguk se midan ante Marruecos en Adelaida.