Ucrania llevó de nuevo la guerra al corazón de Rusia el domingo en incursiones con drones que según las autoridades rusas dañaron dos edificios de oficinas a pocos kilómetros del Kremlin y un complejo de crianza porcina en la frontera entre ambos países.
Los ataques, que Ucrania no se adjudicó en apego a su política de seguridad, reflejan un patrón de ataques más frecuentes y a puntos más lejanos dentro de territorio ruso por parte del gobierno de Kiev desde que inició una contraofensiva contra las fuerzas de Rusia en junio. Un ataque precursor, de los más dramáticos, ocurrió en mayo sobre el mismo Kremlin.
El ataque fue el cuarto de su tipo contra la región de Moscú este mes y el tercero esta semana, lo que deja ver la vulnerabilidad de la capital en un momento en que la guerra en Ucrania se encuentra en su 18vo mes.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que tres drones agredieron la ciudad en un “intento de ataque terrorista de parte del régimen de Kiev”. Los sistemas de defensa antiaérea derribaron uno de los drones en la localidad de Odintsovo, en la región aledaña de Moscú, y dos más fueron neutralizados con interferencia electrónica y cayeron en el distrito de negocios Ciudad de Moscú, en la capital.
Fotografías y video mostraron que un dron había dañado la fachada de un moderno rascacielos, IQ-Quarter, ubicado a 7,2 kilómetros (4,5 millas) del Kremlin. Al momento del impacto salieron chispas, llamas y humo del edificio, y cayeron escombros sobre la acera y la calle. Hubo vidrios rotos y marcos de ventanas retorcidos. Un guardia de seguridad resultó herido, informó la agencia noticiosa estatal Tass, que citó a funcionarios de emergencias. La agencia de noticias Ria-Novosti dijo que entre los arrendatarios del lugar hay varias agencias del gobierno.
Los vuelos fueron suspendidos temporalmente en el aeropuerto Vnukovo de Moscú, y el espacio aéreo sobre la capital y las regiones circundantes se cerró temporalmente.
El presidente Vladímir Putin, quien al momento de los ataques se encontraba en su ciudad natal, San Petersburgo, para una serie de reuniones con gobiernos de África y una celebración naval, fue informado de la situación, señaló su vocero.
Las autoridades ucranianas no reconocieron haber efectuado los ataques, pero por la noche el mandatario Volodymyr Zelenskyy dijo en su discurso diario en video: “Gradualmente, la guerra está regresando al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y este es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”.
Un vocero de la fuerza aérea ucraniana tampoco le adjudicó la responsabilidad a su país, pero dijo que el pueblo ruso estaba viendo las consecuencias de la guerra en Ucrania.
“A todas las personas que piensan que la guerra ‘no les concierne’, ya les está llegando”, dijo el vocero Yurii Ihnat a la prensa el domingo.
“Ya hay una cierta sensación en Rusia de que algo llega volando, y ruidosamente”, dijo. “Ya no se habla de paz ni calma en el interior de Rusia. Tienen lo que querían”.
Ihnat también hizo referencia a un ataque con drones durante la noche en Crimea, territorio ucraniano que Rusia ocupó y se anexó ilegalmente en 2014. El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que había derribado 16 drones ucranianos y neutralizado otros ocho por medio de un sistema de interferencias electrónicas. No se reportaron víctimas.
Zelenskyy se ha comprometido a recuperar todo el territorio ocupado por las fuerzas rusas, incluida Crimea, y sus intentos se han visto fortalecidos por la llegada y despliegue de armas cada vez más sofisticadas proporcionadas por Occidente.
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El periodista de The Associated Press Andrew Katell en Nueva York contribuyó a este despacho.