Estados Unidos ha recalcado este viernes que Japón ha sido “abierto” y “transparente” con respecto al vertido de agua tratada procedente de la central nuclear de Fukushima, un proceso que ha sido aprobado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
“Ha tratado de gestionar de forma responsable la central de Fukushima Daiichi y la liberación de agua tratada, coordinándose proactivamente con científicos y socios de toda la región del Indo-Pacífico, así como con el OIEA”, ha indicado en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
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En este sentido, ha recordado que el organismo nuclear de Naciones Unidas dio ‘luz verde’ al vertido, alegando que el proceso llevado a cabo por las autoridades es “consistente” con los estándares de seguridad internacionales.
“Acogemos con satisfacción la transparencia y el compromiso continuos de Japón con la OIEA, así como con las partes interesadas regionales”. Además agregó nuevamente que Washington, como ya señaló el secretario de Estado Antony Blinken el pasado 15 de agosto, está “satisfecho” con el proceso.
Miller también ha aprovechado para recordar que el terremoto de magnitud 9.1 de marzo de 2011, que provocó un posterior tsunami, acabó con la vida de casi 20 mil personas, mientras que miles resultaron heridas y se registraron dos mil 500 desaparecidos.
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“Seguimos apenados por el pueblo de Japón que sufrió tanto a causa de este desastre natural y que ha mostrado al mundo su coraje y resiliencia para recuperarse”, ha zanjado.
El gobierno nipón dio inicio el jueves a este proceso, semanas después de que la autoridad nuclear japonesa aprobara de forma definitiva el plan del Gobierno. El agua se ha mantenido en tanques después de pasar por un sistema avanzado de procesamiento de líquidos que elimina la mayoría de los radionúclidos, excepto el tritio.
