El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado el estado de guerra en el país tras el ataque masivo con más de dos mil 200 cohetes sumado a una incursión por tierra lanzado por el movimiento islamista Hamás contra Israel.
“Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. Esto no es una operación ni una escalada, sino una guerra”, manifestó Netanyahu en su primer comentario tras el comienzo de la operación ‘Inundación de Al Aqsa’ anunciada esta madrugada por el brazo armado del movimiento islamista, las Brigadas Ezzedin al Qassam.
“Nuestro país está en guerra y la vamos a ganar”, ha añadido el primer ministro, que ha convocado una reunión de urgencia de su consejo de seguridad, ha avisado de que “nuestro enemigo pagará un precio que no ha conocido jamás”.
El ataque de Hamás ha dejado por el momento un saldo de seis muertos y más de 200 heridos y ha sido inmediatamente respondido con el anuncio de la operación de contraataque israelí ‘Espada de Hierro’ que están ejecutando decenas de aviones de combate israelíes sobre el enclave palestino.