México ocupa el segundo lugar en países de América Latina, detrás de Brasil, con más transfeminicidios, de los cuales la mayoría quedan impunes. En 2020, tan sólo el 52.5% de muertes violentas de personas LGBTI+ corresponden a crímenes de odio contra mujeres trans, según cifras de Letra S.
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En este contexto, la Asociación Civil El Día Después, fundada por Diego Luna en 2018, lanzó la campaña “La vida es Juntrans” a partir de unir esfuerzos con otras asociaciones para hacer frente a la discriminación y discursos de odio que han escalado en la sociedad los últimos años.
Gabriela Loaira, integrante de El Día Después, explicó que la necesidad de sumarse a la causa nació a partir de que sectores de la sociedad civil, según su percepción, dejaron de ser espacios seguros para las personas trans y no binarias, además de la instrumentalización de estas identidades por parte de políticos.
En este mismo sentido, Daniela Muñoz, médica y fundadora de Transsalud, una de las asociaciones participantes en la campaña, aseguró que ante el avance del discurso de odio y la instrumentalización, es necesario posicionarse y exigir los derechos que les han sido negados históricamente como la salud, la economía, seguridad y educación.
La vida es Juntrans tiene como principales objetivos, además de contrarrestar los discursos de odio, la construcción de espacios seguros dentro de las organizaciones de la sociedad civil, y que las personas ajenas a la realidad trans cuestionen la discriminación y prejuicios que han internalizado.
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La campaña reune a El Día Después con organizaciones de todo el país como el Centro de Apoyo de las Indentidades Trans (CAIT), liderado por Rocío Suárez, AMICUS DH A.C., Yucatrans, Queretrans, Transsalud, Yumana y la Red de Juventudes Trans, esta última presidida por la abogada Jessica Marjane.
