En el contexto del proceso electoral de 2024 para designar al representante de la oposición en la Ciudad de México, el diputado federal del PRD, Luis Espinosa Cházaro, enfatizó la necesidad de establecer un método claro dentro del Frente Amplio por México.
Este enfoque permitirá seleccionar al candidato que buscará desplazar a Morena del poder y, en particular para el PRD, recuperar la posición que históricamente ocuparon en la Ciudad de México hasta la gestión de Claudia Sheinbaum como titular del Poder Ejecutivo a nivel local.
¿Cómo va este proceso del Frente Amplio para elegir al respectivo coordinador por la Ciudad de México?
— Ya muy adelantado. Yo creo que en estos días tendremos método. Desde mi punto de vista, debe ser un método muy similar al que tuvimos exitosamente para la Presidencia de la República con Xóchitl. Los partidos ya tienen quién puede representarlos: en el PAN hay perfiles como Santiago Taboada, Lía Limón. Está Adrián Rubalcava por el PRI y un servidor por el PRD.
Yo creo que la sociedad conoce los perfiles y una vez que esté el método, pues listo para ir a los debates, a los foros y comenzar las mediciones. He estado recorriendo la ciudad para pulir la propuesta de gobierno y estamos listos para la competencia interna, pero sobre todo para arrebatar a Morena la ciudad y regresarle el rumbo que no debió haber perdido.
¿Qué ha hablado con los otros perfiles que también se están planteando para la oposición?
— Pues eso, que ya urge que los partidos nos determinen un método. He hablado con Adrián, he hablado con Santiago. Los tres estamos muy dispuestos a que haya un método democrático abierto, transparente, porque eso va a despertar a la ciudadanía, que es lo que requerimos. Entonces, yo creo que hay un respeto para empezar.
Yo tengo mucho respeto por los que han levantado la mano por la Ciudad de México, los que lo han hecho con seriedad. Hay respeto, hay camaradería, porque el contrincante no está dentro del Frente Amplio por México, está en Morena, en el mal gobierno que ha tenido en la Ciudad de México y lo que hemos platicado, pues es que en cuanto nos den ya las reglas del juego, ahí estaremos participando en un marco de respeto.
Algunos hablan de una especie de dedazo, como se acusa que ocurrió con Morena. ¿Usted considera que puede ocurrir lo mismo en la oposición?
— No, nosotros somos un frente conformado por partidos y sociedad civil, que lo que nos diferencia del destapador y sus corcholatas, y en este caso sus corcholatitas, pues es justamente que nosotros estamos escuchando a la ciudadanía.
Lo que caracteriza al Frente Amplio por México es justamente la democracia interna, aquí no hay destapador ni corcholatas, ni corcholatas, vamos a tener un método igual de abierto, igual de participativo que el que tuvimos en la Presidencia de la República. Si alguien pensara en un dedazo, ¿quién sería el dedo? Somos tres partidos y la sociedad civil. No, no hay tal. Los propios aspirantes no queremos que haya una decisión cupular, sino algo que venga acompañado de la ciudadanía.
Usted representa el PRD, que desde hace muchos años ha tenido la Jefatura de Gobierno. ¿Es el mismo PRD que el de ahora o cambió con la llegada de Morena? Al final, algunos perredistas se fueron a ese partido.
— Los populistas se fueron, se fue Andrés porque nunca pudo imponer sus condiciones en un partido que es democrático, que surgió como una respuesta democrática a las demandas de la ciudadanía, el PRD como bien dices, ha gobernado la Ciudad de México desde la primera vez que se pudo votar por el jefe de Gobierno; ese es un logro del PRD: que los chilangos pudieran votar por su jefe de Gobierno y que dejara de ser un regente nombrado por el presidente de la República.
Hemos tenido muy buenos gobernantes, ahí está el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, que instaló los programas sociales, no fue López Obrador, esa es una mentira; luego Rosario Robles, estuvo Marcelo Ebrard con los derechos de avanzada para esta ciudad y Miguel Ángel Mancera, mi amigo que después de muchísimos años logró que hubiera una Constitución para la Ciudad de México y en este último sexenio una jefa de gobierno dedicada a ser candidata que dejó al abandono a la ciudad y que hoy tenemos problemas de seguridad, de infraestructura, de agua, de mantenimiento y por eso, insisto, yo creo que hace falta una mano firme como la mía para darle rumbo a la ciudad de México y vuelva a ser la gran ciudad de México.
Se dice que tiene el apoyo de un sector panista bastante amplio, ¿qué podríamos decir del PRI?
— Yo creo que las militancias van a escoger al mejor perfil. Insisto, yo le tengo un gran respeto a Adrián y a Santiago, a Lía, pero la ciudad es progresista. Yo creo que un perfil como el mío empata mejor con lo que los chilangos opositores quieren para la ciudad.
Sí, sí he estado recorriendo la ciudad, tengo mucho apoyo de liderazgos panistas, priistas, del perredismo consolidado que está resurgiendo; hay estructuras periodistas importantes en Iztapalapa, en GAM; gobernamos Tlalpan, gobernamos Coyoacán, y creo que la suma de las voluntades, pero sobre todo de la ciudadanía, más allá de las militancias, es la que va a decidir primero, quién encabeza y, segundo, quién gobierna esta ciudad.
¿Desde cuándo nace este interés genuino por llegar a la Jefatura de Gobierno?
— Desde que llegué a la Ciudad de México solo he recibido de la ciudad oportunidades. Yo llegué de la provincia a trabajar con Marcelo Ebrard, a trabajar con Miguel Ángel Mancera, y desde entonces se fue gestando esta idea. He sido dos veces diputado federal por la Ciudad de México, conozco la problemática y los políticos aspiramos a servirle a la gente de donde nos han abierto la puerta. La ciudad me abrió la puerta y yo me siento obligado a regresarle a la ciudad. Estoy casado con una chilanga, mis hijas nacieron aquí. Quiero regresarle a la ciudad un poco de todo lo mucho que me ha dado.
¿Se repetirá la tendencia de las últimas elecciones en la ciudad en donde se impuso la oposición sobre Morena?
— Mira, si hubiera habido elección al jefe de gobierno en 2021, les hubiéramos ganado por más de 120,000 votos. Yo te puedo asegurar que los chilangos que son críticos, que son informados, que son rebeldes, no van a permitir que continúe un gobierno gris como el de Morena, ni van a permitir que haya una imposición en la Jefatura de Gobierno por parte de la hoy precandidata a la Presidencia, Sheinbaum, entonces yo estoy muy confiado en que vamos a ganar y contundentemente.
De hecho, si la elección del 2021 hubiera durado un par de semanas más, hubiéramos ganado también GAM, también Iztapalapa; en realidad Morena se está cayendo a pedazos. Yo creo que la tendencia es al alza por la oposición, porque, si tú ves las alcaldías mejor evaluadas, son justamente las que gobernamos el PRD, el PAN y el PRI en la coalición Va por la Ciudad de México: tienes Coyoacán en los primeros lugares, tienes Benito Juárez, tienes Tlalpan, mientras en los últimos lugares están las gobernadas por Morena en inseguridad; ahí está Iztacalco, ahí está GAM con Chíguil. Entonces la gente en México, en la Ciudad de México, está muy bien informada y eso me da confianza de que vamos a lograr el triunfo.
¿Qué opinaría de los perfiles de Morena? Está Clara, Harfuch...
— Mira, yo no opinaría mucho de las corcholatitas entre Morena. El peor manejo de la pandemia en el mundo, el segundo lugar con número de muertos y el primer lugar a nivel mundial con médicos y enfermeras muertas por la ineptitud criminal de Gatell y que se presente una elección me parece una burla. El 75% de los chilangos se siente inseguro y nos quieren vender a un superpolicía y Clara, con el desabasto de agua que tiene Iztapalapa, lo vaya a repetir en toda la ciudad.
No, no me parece que sean perfiles muy competitivos; son los consentidos de quien hoy manda en Morena; incluso creo que habría mejores perfiles para poder ir a competir por la Ciudad de México y no fueron aceptados. Insisto, va a haber una imposición, se destapará una corcholatita, y de este lado queremos presentarle a la ciudadanía un método que les permita participar y decidir quién encabeza la oposición.
¿Ha jugado en contra el papel de Andrés Manuel López Obrador —considerando que la Ciudad de México puede tener un perfil de personas más de clase media— con el discurso del presidente donde se ha estigmatizado este sector de la sociedad?
— El hecho que el presidente llame ‘aspiracionista’ a la clase media golpea a la ciudad en su conjunto; quien llega a la Ciudad de México, como lo hice yo, viene a trabajar, quiere un empleo, quiere un empleo bien pagado, quiere oportunidades, no quiere un programa social, no viene a la ciudad a recibir una dádiva del gobierno y yo, por lo tanto, creo que la ciudadanía, la más informada del país, la más analítica, la más politizada, es la de la Ciudad de México.
Los capitalinos están muy al tanto de estas cuestiones. Los detrimentos que ha hecho sobre la clase media, sobre el empresariado el presidente de la República, por supuesto que le afectan en la imagen a Morena porque, insisto, los chilangos que llegamos a la Ciudad de México venimos a chambear, a trabajar, a ser productivos y no a estirar la mano para recibir una dádiva del gobierno.
Yo fui fundador de los programas sociales en la LXII legislatura, los elevamos a rango constitucional y voté por ellos, pero esos son un paliativo que debe ir acompañado de empleos mejor pagados, de hospitales que tengan medicinas, de transporte público seguro, porque si no, pues no resuelves el problema de la pobreza, sino que estás solamente en una economía de subsistencia.
Ese ha sido un problema, porque se habla del condicionamiento de los programas sociales por parte del gobierno local. Aunque estén elevados a nivel constitucional, hay un amplio sector de la sociedad que desconoce esta información. ¿Cómo revertir ese miedo que se podría estar implantando en el electorado?
— A la gente hay que decirle claramente que los programas sociales estaban antes de López Obrador y van a continuar después de López Obrador. Incluso Xóchitl ha dicho que reducirá la edad para recibir la pensión de adultos mayores a 60 años y ese dinero puede salir en vez de estar haciendo obras faraónicas como un tren que no va a ningún lado, una refinería que no refina nada y un aeropuerto que es un elefante blanco; un aeropuerto que no tiene vuelos, tiene más vuelos internacionales el aeropuerto de Morelia que el propio AIFA, que el presidente insiste en querer utilizar.
Entonces que no se deje engañar la gente, los programas sociales son un derecho que tienen, están en la Constitución y no ganando Morena van a continuar con sus apoyos; van a tener sus apoyos, pero además van a tener seguridad, además van a tener un Metro que deje de incendiarse y de caerse, además van a tener calles sin baches, además van a tener nuevamente Seguro Popular para que tengan cobertura médica, además van a tener un gobierno preocupado por ellos y no preocupado por lo que dice el presidente de la República.
¿Será difícil competir contra un gobierno que podría usar recursos públicos a nivel electoral?
— Pues sí, no será una contienda sencilla, están muy aferrados al poder, salieron buenos para la corrupción. El INAI incompleto, la Red por la Rendición de Cuentas desaparecida, la Auditoría Superior de la Federación cooptada. No van a querer soltar lo que han tenido, pero la gente es la que decide. Cuando López Obrador entregó el bastón de mando a (Claudia) Sheinbaum le faltó el respeto a los pueblos originarios y le faltó el respeto a la democracia de este país, que dice que cada mexicano con su voto tiene derecho a decidir quién quiere que le gobierne. No va a ser fácil, pero estoy listo para una contienda difícil, estoy decidido a ganarle a Morena la ciudad de México.
¿Todavía hay mucha gente afiliada al PRD en la Ciudad de México?
— Muchísima, hay una estructura importantísima en todas las delegaciones, hay un perredismo que está despertando en la Ciudad de México, ese que de pronto pudo verse engañado pensando que Andrés Manuel era un gobierno de izquierda, no lo es: cuando le preguntan a López Obrador qué opina sobre los matrimonios igualitarios o el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, siempre sale por la tangente diciendo “hay que hacer una consulta”.
Yo digo que no hay que hacer una consulta, el amor es para quien quiere, las mujeres pueden decidir sobre su cuerpo y esta ciudad es una ciudad de avanzada, no de retaguardia, y vamos a seguir poniéndola al frente del país como ejemplo, con el mayor número de empleos, con conectividad suficiente, con transporte público seguro; nunca debimos de haber dejado de estar en el primer lugar como la gran ciudad de México.
¿Esa visión progresista del PRD no choca con las ideologías del PAN o el PRI?
— No, yo creo que entre el PAN, el PRI y el PRD buscamos las coincidencias, no hay un panista, un priista o un perredista que no quiera que la gente tenga mayores ingresos o que tenga salud pública o que tenga un transporte público. Hay temas en los que tenemos cada uno nuestras propias banderas y son muy respetables, han sido respetadas aquí en la Cámara de Diputados y serán respetadas en el gobierno.
¿Cómo construir un gobierno de coalición, que yo planteé, que yo propuse en la legislatura anterior y está en la Constitución? Justamente, tomando lo mejor de las banderas de cada partido y eso es lo que pretendo: un gobierno conformado por panistas, por perredistas, por priistas, pero sobre todo por la sociedad civil.
¿Integraría a los otros contendientes del Frente a unirse a su gabinete si usted es quien gana el proceso por la CDMX?
— Por supuesto, yo ya le he hecho la invitación a varios panistas que son expertos en ciertas materias. Por ejemplo, José Luis Luege Tamargo es un experto en agua y he platicado con él, a priistas destacados como Manlio, que tiene mucha información en temas de gobernanza, he platicado con Rosario Robles. Hace falta un gobierno de primera, un gobierno de clase en nacional de los mejores políticos, porque el gobierno que hemos visto de Morena es un gobierno muy deficiente, pusieron a sus cuates a gobernar y la ineptitud llegó al poder.
Si la inseguridad es la principal preocupación de la ciudadanía, ¿por qué en Morena se vende a un ‘superpolicía’?
El 75% de las personas, en todas las encuestas, dice que se siente inseguro: inseguro en su casa, inseguro en la vía pública, inseguro en el transporte, y entonces yo no sé de dónde sacan que la Ciudad de México está segura, estaba segura cuando gobernaba el PRD y lo decían los índices, los indicadores nacionales de seguridad; la gente vino a la Ciudad de México a vivir porque era una ciudad tranquila en tiempos de Marcelo Ebrard, en tiempos de Mancera cuando dejó de ser fiscal y pasó a ser jefe de gobierno. Hoy la gente no se siente segura, ahí está la consecuencia de una política de abrazar a los delincuentes. Yo no creo en los abrazos para los delincuentes, yo creo que hay que aplicarles el rigor de la ley.