BRUSELAS, 19 (EUROPA PRESS)
También Italia aplicará desde el sábado más controles, con argumentos tales como la presión migratoria y el posible aumento de la violencia derivada del conflicto en Israel y Hamás. Las alusiones a la inseguridad y a la inmigración forman parte igualmente de los alegatos planteados por otros países como Dinamarca, Austria, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Suecia, Polonia, Francia y Noruega, que no forma parte de la UE pero sí del espacio Schengen.
De todos ellos, media docena, incluidos Francia y Alemania, mantienen de manera sistemática estos controles desde 2015 a pesar de que las reglas de Schengen lo limitan a un máximo de dos años en situaciones muy excepcionales y de los avisos de Bruselas asegurando que tomará medidas si no cambian los controles por medidas alternativas que no afecten a la libre circulación.
En cuanto a la duración prevista de estos controles, en algunos de los casos el horizonte se retrasa ya a abril y mayo de 2024, a pesar de que la propia Comisión Euroepa establece que deben aplicarse ante una amenaza concreta y durante "el tiempo mínimo necesario".
El repunte en la llegada de migrantes a través del Mediterráneo y, más recientemente, el temor a atentados, subyace tras esta cascada de anuncios. "La amenaza terrorista en Europa es alta. Ya vemos lo que ocurrió en Francia y Bélgica", ha explicado el ministro del Interior esloveno, Bostjan Poklukar, al aludir al asesinato de un profesor en un instituto galo y al tiroteo contra ciudadanos suecos en Bruselas.