LA HABANA (AP) — El gobierno cubano abrió las puertas de sus centros culturales a artistas residentes en el extranjero para un festival que se desarrollará esta semana y que terminará poco antes de un encuentro político sobre migración.
La cuestión migratoria es particularmente sensible y tiene fuertes connotaciones en la isla tanto por el récord de salidas del país en los dos últimos años a causa de la crisis económica, como porque muchos sectores de la oposición al modelo cubano —sobre todo los más radicales— se encuentra afuera del país.
“Será una nueva oportunidad para que artistas e intelectuales cubanos radicados en otros países compartan su arte con el público”, dijeron el miércoles en un comunicado de prensa los Ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores, las dos entidades convocantes.
El evento se desarrollará del 2 al 12 de noviembre bajo el lema “Cuba va conmigo” ya abarcará casi todas las disciplinas artísticas —teatro, música, artes plásticas, danza— de manera presencial y virtual, indicaron sus organizadores. Asistirán creadores residentes en más de una docena de países, entre ellos Argentina, Colombia, Estados Unidos, México, España y Polonia.
Un primer festival de este tipo se desarrolló en julio de 2021 pero fue virtual debido al impacto de la pandemia de COVID-19.
Cuba vive una temporada de fuerte emigración. Las autoridades fronterizas de Estados Unidos informaron que entre los años fiscales –de 1 de octubre al 30 de septiembre— de 2022 y 2023 sus funcionarios tuvieron casi 425.000 encuentros con nacionales de la isla, a los que se agrega un número no revelado de salidas hacia España y otras naciones europeas o latinoamericanas.
La población vivió una fuerte crisis de desabastecimiento, largas colas, apagones y una inflación como consecuencia de la parálisis económica provocada por la pandemia, un paquete de medidas macroeconómicas y un incremento de las sanciones de Estados Unidos.
El país caribeño vivió incluso sus primeras manifestaciones populares en julio de 2021 y octubre de 2022.
Cuba suele acusar a Estados Unidos de fomentar una politización de la migración como parte de su estrategia para presionar un cambio de modelo político convirtiendo a las personas que salen en busca de mejoras económicas en perseguidos o exiliados.
No hay todavía una lista de participantes de la conferencia sobre migración que se desarrollará el 18 y 19 de noviembre que busca acercar posiciones entre el gobierno y los cubanos en el exterior luego de una ruptura radical en los años 60 tras el triunfo de la revolución socialista.