RIO DE JANEIRO (AP) — Los residentes de una comunidad de descendientes de esclavos huidos bailaron y cantaron el miércoles en Río de Janeiro para dar la bienvenida al monarca del reino de Bailundo, en Angola, de donde proceden muchos de sus ancestros.
El rey Tchongolola Tchongonga Ekuikui VI visitó la comunidad de Camorim dentro de una visita a Brasil que comenzó hace tres semanas. Camorim dta de 1614, cuando eran una zona boscosa, y es el “quilombo”, o comunidad de descendientes de esclavos huidos, más antiguo de Río. En la actualidad tiene unos 100 habitantes que mantienen su religión y sus plantas medicinales tradicionales.
“Esta visita llevaba mucho tiempo en la agenda", dijo el rey a la multitud.
“Nuestra presencia aquí es para decir a los afrodescendientes, a nuestros hermanos, aquí en Brasil y especialmente en este quilombo, que estamos aquí como raíces que están vivas, raíces que mantienen esta ascendencia, raíces que mantienen nuestros hábitos y costumbres”, dijo el monarca más tarde a The Associated Press.
Ekuikui VI llegó vestido con una túnica y un sombreros tradicionales en blanco y negro, ambos con el águila emblema del reino. Es el rey más importante del país y representa al grupo étnico más grande de Angola. Aunque no tiene reino, cuenta con importancia política y suele ser consultado por las autoridades angoleñas.
Los residentes en Camorim lo recibieron con tambores, cantos y bailes tradicionales y lo agasajaron con una feijoada, un plato típico brasileño elaborado con frijoles, cerdo y arroz que, según algunos, fue creado por los esclavos.
“La gente en este quilombo es de Angola”, dijo Rosilane Almeida, una residente de 36 años. “Es como si celebrásemos la bienvenida de un familiar que llega desde muy lejos”.
En la víspera, el rey visitó el Muelle de Valongo, en Río, un lugar patrimonio mundial de la UNESCO a dónde llegaron hasta 900.000 esclavos tras cruzar el Océano Atlántico, y que la agencia de Naciones Unidas considera “la prueba física más importante de la llegada de esclavos africanos al continente americano”.
De los 10,5 millones de africanos que fueron capturados, más de un tercio desembarcó en Brasil, de acuerdo con la Base de Datos de la Trata Transatlántica de Esclavos. Algunos expertos sostienen que esa cifra es más alta y que hasta 5 millones de africanos habrían llegado al país.
Brasil fue el último país del hemisferio occidental en abolir la esclavitud en 1888. Las comunidades de antiguos esclavos persistieron pero no fue hasta un siglo más tarde cuando una nueva Constitución reconoció su derecho a las tierras que ocupaban.
El censo más reciente del país, de 2022, indicó que había quilombos en casi 1.700 municipalidades y que en ellos viven 1,3 millones de personas, o alrededor del 0,6% de la población del país.
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El periodista de The Associated Press Tomas A. Teixeira en Luanda, Angola, contribuyó a este despacho.