MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha expresado su "alarma extrema" por las informaciones sobre el asesinato de "cientos" de civiles de la comunidad masalit en ataques perpetrados por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y milicias árabes aliadas en la región de Darfur, en el marco del conflicto desatado en abril entre este grupo y el Ejército sudanés.
Jeremy Laurence, uno de los portavoces de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha indicado que este incidente, que tuvo lugar a principios de mes, "es otro ataque en masa con motivaciones étnicas contra civiles masalit no árabes en Darfur Occidental durante los últimos meses".
"La información preliminar que hemos obtenido de supervivientes y testigos sugiere que civiles masalit sufrieron seis días de terror a manos de las RSF y su milicia aliada después de que se hicieran con el control de la base del Ejército en Ardamata durante la jornada del 4 de noviembre", ha manifestado. La base está en los alrededores de El Geneina, capital de Darfur Occidental.
Así, ha señalado que "algunas de las víctimas fueron ejecutadas de forma sumaria o quemadas vivas", antes de especificar que "muchos de los asesinados eran jóvenes masalit y familiares de militares sudaneses que quedaban en Ardamata después de que las tropas huyeran de la localidad".
"Mujeres y niñas fueron sometidas a violencia sexual en el campamento de desplazados internos de Ardamata y en algunas viviendas", ha denunciado Laurence, que ha recalcado que miles de personas han huido del lugar, con algunas de ellas cruzando la frontera hacia el vecino Chad.
En esta línea, Laurence ha recalcado que las RSF y sus aliados centraron sus ataques en los campamentos de Ardamata y Dorti, así como el barrio de Al Kabri, "habitados mayoritariamente por masalit", donde "saquearon propiedades, torturaron a desplazados y ejecutaron a muchos de ellos antes de abandonar sus cuerpos tirados en las calles".
"Durante la jornada del 5 de noviembre fueron ejecutados de forma sumaria 66 hombres masalit en tres incidentes separados. En Al Kabri los hombres fueron separados de las mujeres y posteriormente asesinados. Cientos de hombres fueron arrestados y trasladados a campamentos de detención gestionados por las RSF", ha dicho, antes de detallar que "su destino y paraderos siguen siendo desconocidos".
NECESIDAD DE INVESTIGACIONES Y RENDICIÓN DE CUENTAS
Laurence ha indicado que "cientos" de masalit, incluidos niños y el gobernador de Darfur Occidental, fueron asesinados en ataques perpetrados por las RSF y milicias árabes aliadas entre mayo y junio. "Muchos de ellos fueron enterrados en fosas comunes, mientras que los cuerpos de otros fueron dejados en las calles", ha resaltado.
"Este tipo de ataques podrían constituir crímenes bajo el Derecho Internacional", ha manifestado, al tiempo que ha indicado que hay también denuncias graves sobre "ataques en venganza" por parte de milicias masalit contra civiles árabes. "Todas las violaciones deben detenerse de forma inmediata y los responsables deben ser llevados ante la justicia tras unas investigaciones exhaustivas, independientes e imparciales", ha dicho.
Por último, ha vuelto a pedir a la cúpula de las RSF, encabezadas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', que "condene de forma inequívoca" y "ponga fin a los asesinatos, otra violencia y el discurso de odio contra los civiles teniendo en cuenta su etnia". Además, ha reclamado a todas las partes que "respeten sus obligaciones" internacionales, ante un posible asalto de las RSF contra la ciudad de El Fasher.
La guerra, que estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir después de 30 años en el poder.
El conflicto ha dejado ya miles de muertos y más de 7,1 millones los desplazados internos en Sudán, lo que convierte al país africano con un mayor número de desplazados internos de todo el planeta, según Naciones Unidas. Las partes han mantenido recientemente conversaciones en Arabia Saudí, si bien no lograron pactar un alto el fuego.