Para muchas personas celebrar las fiestas de fin de año llega a provocar sentimientos encontrados. Hay quienes se alegran por los intercambios de regalos, de reencontrarse con viejos amigos y de celebrarlo en familia; también hay otras personas que se siente presionadas por el simple hecho de concluir un ciclo más.
Te puede interesar: Cómo cuidar el árbol de Navidad para que sobreviva durante las fiestas
De acuerdo con especialistas en materia de la salud mental, en diciembre aumentan las consultas clínicas y terapéuticas asociadas a síntomas de estrés por la Navidad, mejor conocido como el Síndrome de Fin de Año.
El Síndrome de Fin de Año es un padecimiento completamente verdadero que cada año afecta a miles de personas, este derivado de la presión por los preparativos de la cena familiar y del trabajo, ya que las personas se esfuerzan para que todo salga a la perfección.
¿Qué es el Síndrome de Fin de Año?
Generalmente, el estrés se percibe como una sensación de derrumbe emocional, físico y mental, así como una preocupación extrema que hace que las personas no se sientan incómodas con los preparativos para la Navidad y Fin de Año.
De igual forma, los especialistas señalaron que el estrés se puede presentar en personas de cualquier edad y género. Además, dicho padecimiento llega a controlar gran parte del estado de ánimo, motivación y sentimientos.
Cabe resaltar que el Síndrome de Fin de Año es fácil de detectar por medio del nivel físico, psicológico y hormonal de los humanos.
Te recomendamos leer: Mexicanos ‘se ponen tacaños’ en Navidad y gastan menos de 200 por regalo
¿Cómo detectar los principales síntomas del Síndrome de Fin de Año?
Los síntomas más comunes del estrés acumulado y ocasionado por la presión de la Navidad son:
- Ansiedad
- Depresión
- Irritabilidad
- Problemas digestivos
- Dolores intensos de cabeza
- Tensión muscular
- Insomnio
- Aumento de peso
- Falta de la concentración
Por ello, es de vital importancia realizar actividad física, contar con espacios personales y tener una buena interacción social para evitar o ayudar a sobrellevar parte del estrés acumulado.