BOGOTÁ (AP) — La mayor disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció el martes su compromiso para dejar de lado los secuestros con fines económicos dentro del marco del proceso de diálogo con el gobierno colombiano.
Las partes emitieron un comunicado para dar a conocer el anuncio después de reanudar las conversaciones — las cuales se suspendieron durante unos días en noviembre — y finalizar el segundo ciclo de diálogo en Popayán, al suroeste del país.
El gobierno del izquierdista Gustavo Petro adelanta desde octubre los primeros diálogos con las disidencias autodenominadas Estado Mayor Central, las cuales fueron creadas por quienes se negaron a firmar el histórico acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las FARC.
En un video difundido a la prensa, Camilo González, jefe del equipo negociador del gobierno, resaltó la intención del EMC de “abandonar toda práctica de retenciones por razones económicas” y añadió que en adelante el gobierno elevará las denuncias de supuesta vinculación de miembros de la fuerza pública y funcionarios estatales con estructuras ilegales, incluidos paramilitares, las cuales han sido uno de los reclamos constantes de las disidencias.
Durante la jornada se instaló la instancia de observación, monitoreo y verificación del cese al fuego entre el gobierno y la disidencia, que funciona desde octubre y planea extenderse hasta el 15 de enero de 2024.
González aseguró que después de esa fecha harán una evaluación de los resultados del cese al fuego que permita determinar después si habrá una prórroga o si se cambia el modelo de las conversaciones.
El próximo ciclo de conversaciones será entre el 9 y el 18 de enero de 2024 en Bogotá.
El Estado Mayor Central está compuesto por varias facciones disidentes y suman unos 5.000 insurgentes, según las Fuerzas Armadas.
